Fue una charla de varias horas, secreta, a escondidas de todos. Kiko Rivera y su hermano Fran estuvieron juntos más de tres horas, dicen que para hablar de asuntos relacionados con los enseres que su padre les dejó y que Isabel Pantoja tiene escondidos.

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Hay dos hipótesis, en la finca Cantora o en la casa de una amiga de toda la vida. El acercamiento entre el DJ y su madre, Isabel Pantoja, podría propiciar esa entrega. Un dato que confirma esta posibilidad es que Fran y Cayetano han decidido no enfrentarse a la madre de su hermano Kiko en los tribunales. Un síntoma de que la situación puede arreglar amistosamente después de décadas de discordia.

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Otra cuestión es el rumor, fomentado por María Patiño, de que Kiko y su esposa Irene estarían viviendo una crisis matrimonial. Este puente de la Virgen del Pilar, Kiko lo ha pasado con cinco amigos y una amiga en la localidad de Matalascañas, mientras su mujer permanece en Castilleja de la Cuesta con sus dos hijas. ¿Crisis? Ni el uno ni el otro aclaran situaciones. Dan la callada por respuesta ante los reporteros que les abordan en la calle.

Kiko se reconcilia con su madre, retira su demanda contra el tito Agustín, pero abre nuevos frentes conflictivos contra otros dos miembros de su familia, su hermana Isa y su prima Anabel. Y tal vez su propia mujer. Aunque él dice que está trabajando.

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