Ni sus propios compañeros aguantan sus salidas de tono. José Antonio Avilés saca de sus casillas a todo el mundo, incluso la propia Emma García, presentadora de Viva la vida, le llama continuamente la atención en directo. Pero el pasado fin de semana Avilés sobrepasó tanto los límites que Emma le dijo exactamente: "Si quieres seguir trabando aquí, baja el tono de voz".
Quizá no se da por enterada de que el chillón José Antonio, al igual que Terelu Campos y su hija Alejandra, es un protegido del padrino y director del programa, Raúl Prieto. Muchos se preguntan el porqué de tanto consentimiento y el perdón a las meteduras de pata. Y si el padrino actuaría igual si los conflictos tuvieran otros protagonistas.
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Pero los que sepan leer entre líneas, y los muy observadores, captan enseguida que estamos ante un tertuliano que cuenta con más enemigos que amigos en su propio programa. Y que no cae precisamente bien a las dos presentadoras que han conducido Viva la vida en las tardes de los fines de semana de Telecinco. Tanto Emma como Toñi Moreno se han enfrentado sin tapujos al polémico veinteañero.