El cocinero y su familia atraviesan momentos delicados y es que Loinaz, una de las tres hermanas Arguiñano, ha recaído en su lucha contra la leucemia, que le fue diagnosticada hace ya dos décadas. Karlos ha desvelado que le donó parte de su médula hace unos días: "Esta semana he donado médula a mi hermana Loinaz, que tiene leucemia. Ya lo hice hace 15 años pero ahora ha tenido un bajón".

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El reputado chef es el mayor de los hermanos y el único varón, le siguen Loinaz, María José y Eva, que copió sus pasos en la cocina y en la televisión. El 2020 perdieron a su madre, Pepi Urkiola, a los 94 años, y demostraron que su unión es inquebrantable. "En esta vida lo único que vale es ser feliz. Primero la salud y luego ser feliz", ha dicho Arguiñano en la revista Pronto.

Y de salud, a sus 73 años, va sobrado. Los últimos exámenes médicos a los que se ha sometido han arrojado inmejorables resultados: "Para donar te hacen un montón de análisis y a mí el médico me dijo: 'Mira, Karlos, sigue haciendo la vida que haces, porque estás de puta madre". Así que al cocinero vasco, que se niega a jubilarse, le queda mucho por disfrutar junto a su mujer, María Luisa Ameztoy Alfaro (71), y sus siete hijos, Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María.

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