La reina Letizia no está para nada de acuerdo con el estilo de vida que ha decidido llevar su sobrina Carla Vigo. Y mucho menos con los derroteros que últimamente empieza a tomar su día a día. Por eso, tras sus últimos escándalos públicos, sus fiestas, su perreo viral y sus intervenciones televisivas, la consorte ha decidido mover ficha.
La mujer de Felipe VI ha cogido el teléfono y ha puesto firme a la hija de su hermana Erika, fallecida en 2007, y del escultor Antonio Vigo, actualmente casado y con otros dos hijos. Carla Vigo se ha convertido a sus 20 años (cumple 21 en un mes) en empleada de Mediaset. Como todo el mundo puede imaginar, no querer estar en los medios y fichar por la cadena de Paolo Vasile es como no soportar el frío e irse a vivir al Polo Norte. Eso ha llevado a doña Letizia a dar un paso que la propia Carla ha comentado en su círculo de amistades. Hace unos meses ya le dieron un toque de atención a la empresa para la que la hija de Erika Ortiz trabajó.
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"Para esto ya", nos aseguran que le ha dicho a su sobrina doña Letizia. La reina no ve con buenos ojos que la joven esté en boca de todos y, mucho menos, que se esté convirtiendo en diana de las burlas de programas de Telecinco y de las redes sociales.

Letizia no ha hecho esta llamada sólo como reina, lo ha hecho también como tía. No le gusta ver a su sobrina como la está viendo: contando en televisión cuándo y cómo perdió la virginidad, posando con su novio en la cama, haciendo directos en sus redes sociales morreándose con su novio, o incluso teniendo que negar que padezca alguna discapacidad mental.
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Todo esto es lo último que quiere para ella. Por supuesto, también lo hace por la institución. Si Carla ha sido tentada por Mediaset o por determinadas marcas la razón hay que buscarla en que se trata de la sobrina de Letizia. Negar eso es como negar que la Tierra es redonda. La reina, que se preocupa hasta el extremo de todo lo que tiene que ver con la Casa Real, encuentra este espectáculo de Carla como algo desagradable.

No es la primera vez que Letizia llama a su sobrina para mostrarle su parecer con sus apariciones públicas. Ya lo hizo también con su primer posado en la portada de Semana. Le dijo que no le gustaba que diera exclusivas en las revistas, pero le reconoció que era un trabajo bonito y cuidado.
Sin embargo, la última llamada no ha sido tan cordial. Letizia ve cómo su sobrina está tomando un camino peligroso y así se lo ha hecho saber. Según cuentan a Informalia, la llamada se produjo en un tono serio, diferente a otras llamadas.

"Mostró su disconformidad con todo lo que estaba haciendo y le dijo que se estaba equivocando. Que la estaban aconsejando mal y que se estaban aprovechando de ella", nos indican. Asimismo le dijo que "si realmente quería ser actriz, ése no es el camino". Pero Carla, según nos cuentan, lo tiene claro: "Ella quiere ser actriz y ve la televisión como una vía para conseguir su objetivo, aunque ello implique convertirse en personaje público". Y parece ser que así se lo dijo a Letizia.

Carla, aunque no hable de ella públicamente, tiene un enorme respeto a su tía y todo lo que tenga que ver con ella y con sus primas, Leonor y Sofía. Ve ala princesa y a la infanta mucho más de lo que se cree. Pero tampoco le gusta que se metan en su vida. Y menos ahora que es mayor de edad, se ha independizado y puede tomar sus propias decisiones. Y así se lo ha hecho saber a Letizia, aunque con todo respeto. No quiere hacer nada que la comprometa como Reina, pero desde luego piensa vivir su vida, que ahora es al lado de su novio, un chico que se llama Álvaro.

De momento, vive con él en un piso de Madrid. En ocasiones, pasa apuros económicos para llegar a final de mes. De ahí que haya firmado un acuerdo para ser imagen de una firma de moda, muy modesta, y haya concedido algunas entrevistas en la revista Semana y televisión. Ha estado en Espejo publicó y también en Sobreviviré, el programa de Nagore Robles. Sus apariciones han sido remuneradas.
Carla Vigo no se pierde una sola fiesta en compañía de su novio y de su gran amiga Amor Romeira #Socialité477 https://t.co/6myppKNm3S
— SOCIALITÉ (@socialitet5) August 7, 2021


Necesita hacer caja para vivir porque solo cuenta con la pensión de orfandad que recibe desde que falleció su madre, Erika Ortiz. Y Carla no es de las de pedir ayuda a su familia. Ni siquiera a su padre, Antonio Vigo, que, como decíamos, tiene otros dos hijos, y que siempre le ha dado mucha libertad a su hija mayor.

Para la Reina Letizia, Carla siempre ha sido casi una hija más desde que su hermana se quitó la vida en febrero de 2007. Érika y ella estaban muy unidas y entonces Carla era su única sobrina. La adoraba. Así que siempre se ha preocupado por ella pero respetando a la niña y también a su progenitor.

Antonio es poco amigo de flashes y mandatos de la casa Real. Vivió su dolor en la más absoluta intimidad y se ocupó de su hija solo. Con él, Letizia apenas ha tenido relación desde que pasó todo. Solo por la niña. De ahí que poco haya podido hacer porque continuara con sus estudios y tuviera más formación.

Letizia ha tratado siempre de ayudar a su sobrina, pero como consejera. No puede permitirse que nadie piense que la beneficia por ser familiar de la Reina. Es una situación delicada para ella. Eso no significa que no pueda hablar con ella y decirle lo que piensa. Incluso en alguna ocasión la ha llevado a Palacio para conversar en persona.

Carla, desde la llamada, está más calmada. Sigue gestionando su cuenta de Instagram, defendiéndose de las críticas y haciendo alarde del amor que siente por su chico, pero ha dejado de pasearse por todas las fiestas y locales del centro de Madrid y, sobre todo, de hacer declaraciones públicas. De hecho, la han ofrecido aparecer en otros formatos de Mediaset y, al menos de momento ha dicho que no. Veremos cuánto le dura el último tirón de orejas de su tía.
