Decían que quería ser famosa y ganarse la vida en la televisión, pero los meses han pasado y ha quedado demostrado que Julia Janeiro no tiene intención alguna de ser un personaje famoso, al menos del mundo del corazón. Sí trata de labrarse el futuro en Instagram como influencer.
La hija de María José Campanario y Jesulín de Ubrique cumplió 18 años el pasado 18 de abril y, desde aquel momento, optó por mantenerse alejada de los medios de comunicación. La joven no ha concedido entrevistas ni reportajes, pese a que ha recibido algunas jugosas ofertas, según ha podido saber Informalia.

Aunque ha protagonizado varias portadas, a su pesar, parece que su vida transcurre con tranquilidad, lo que alegra y despreocupa a sus padres, que tenían el temor de que su hija tomara caminos equivocados y se convirtiera en un personaje del papel couché al estilo Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos.
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Juls, como se hace llamar en Instagram, ha seguido el ejemplo de su hermana, Andreita Janeiro, hija de Belén Esteban, quien protege al máximo su intimidad. No obstante, Julia sí suele exhibir algunos momentos de su vida privada en las redes sociales. Estas publicaciones no agradan a su padre, quien ya le ha llamado la atención en diversas ocasiones.

Pese al alejamiento de los medios, hace unas semanas se filtró que vivía una gran crisis con su novio, el futbolista Brayan Mejía. Según contaba Diez Minutos, incluso borraron las fotografías en las que aparecían juntos en las redes. No obstante, aún se siguen y podrían haber arreglado la situación.
En lo que respecta a su objetivo de ser una influencer de referencia, Juls sigue ganando seguidores, aunque con menor rapidez que hace unos meses. Ahora cuenta con 194.000 fans en Instagram, pero el número asciende más lento de lo que a ella le gustaría. La joven comparte posados en bikini, presumiendo cuerpazo. En agosto, además, publicó una foto junto a su padre. "Te quiero", le decía.
