Carmen Bazán está muy preocupada por su hija, Carmen Janeiro, quien pasa por uno de los peores momentos de su vida tras la ruptura con el multimillonario Luis Masaveu. Según ha podido saber Informalia, la 'Jesulina' no para de llorar desde que se quedó compuesta y sin novio.

En esta delicada situación, Carmen se ha volcado en su madre, sus sobrinos, el yoga y sus amigas. Pero nada parece apaciguar la tristeza de la hermana de Jesulín de Ubrique. Incluso en alguna ocasión, pese a lo discreta que es, se la ha podido ver soltar en público alguna lágrima, signo inequívoco del mal momento que atraviesa.

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Carmen quiere retomar su relación con Luis y aún sueña con pisar el altar junto a él, pero el empresario no está por la labor. Tampoco su familia, los Masaveu, que aconsejan a Luis que no se reconcilie con la que ha sido su novia en la última década. No les gusta el mundo mediático que rodea a los miembros de Ambiciones. En el fondo, la adinerada familia del multimillonario nunca estuvo de acuerdo con el noviazgo. Y ahora se frotan las manos al ver que la separación es un hecho.

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Carmen Bazán también tiene cierto protagonismo, a su pesar, en la ruptura, ya que su hija dejó de vivir en Portugal junto a su novio y regresó a España para estar con ella, quien atravesaba un mal momento de salud. Carmen no pudo seguir con Luis y esto supuso el punto y final de lo suyo. Es por ello que "ella está destrozada. Probablemente en otra época no habría problema, pero ahora cree que su madre la necesita y ha decidió quedarse con ella", nos dicen.

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