Kiko Matamoros regresó este lunes a Sálvame tras sus días de descanso con su novia, Marta López Álamo. El colaborador se mostró muy enfadado por los últimos acontecimientos del programa, especialmente por el despido en directo de Antonio Canales. También por el encontronazo que tuvo Carlota Corredera con Antonio Montero el pasado mes de mayo por llamar mala madre a Rocío Carrasco y por cómo se ha tratado todo el tema de la hija de La más grande en el plató.

En primer lugar, sobre el despido en directo del bailaor, Matamoros confesó: "Me pareció la forma más fea de humillar a un profesional. Lo he visto esta mañana y verdaderamente no me he sentido orgulloso de trabajar en este programa viendo cómo se han hecho así las cosas".

No obstante, tampoco le dio la razón a Canales: "Tampoco estoy de acuerdo con el análisis que hace él. Cuando habla de la crisis de Sálvame Diario es innegable que los números no son los mejores, pero el origen no lo sitúo donde los sitúa él".

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Después, volvió a expresar su malestar por las formas empleadas por el programa de Mediaset:  "Lo siento mucho porque sé que son decisiones que se toman en aras del espectáculo y supongo que sin la voluntad de hacer daño a la gente. Pero creo que un profesional, bueno, malo o regular, se merece todo el trato. No me ha gustado absolutamente nada".

De todas formas, señaló que los malos resultados de audiencia no se deben al trabajo de Canales en Sálvame, sino en cómo se ha tratado el asunto de Rocío Carrasco: "El problema no es Rocío Carrasco ni lo que ha contado Rocío Carrasco, sino cómo se ha tratado ese tema en este plató. Hay gente que le ha parecido mal y que no se ha dado la espalda. Si no somos conscientes de eso tenemos un problema como la copa de un pino".

Así las cosas, dio su punto de vista acerca de lo ocurrido en los últimos meses: "No es solo la familia Carrasco. La familia Flores Moreno, en general. Nos hemos equivocado mucho todos. Unos por acción, otros por omisión. Han faltado pelotas y han sobrado pelotas también. El primero, a mí".

De esta forma, aseguró que él se ha callado muchas cosas para no contradecir la línea general impuesta por el programa: "No tengo nada contra Rocío Carrasco. El documental lo vi hasta que me apeteció dejar de verlo. Hasta que me dejó de apetecer verlo. Claro que he visto más, pero no he tenido pelotas para entrarle de verdad a los contenidos. Hubo días que no los vi enteros, pero sí parte de los debates. Al primero al que le han faltado pelotas es a mí, pero veo que le han faltado pelotas a los compañeros".

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Kiko, que ya dejó Sálvame Deluxe, también está algo agotado en el 'Diario', especialmente después de los complicados últimos meses: "Es una posibilidad que me vaya, y otra que me echen. Yo no quiero que me echen, me gusta esto, la tele y Sálvame. Este es mi trabajo y estoy a gusto, normalmente. No tengo ningún interés en irme mañana, pero si me tengo que ir, me voy. No me cuesta nada". 

Respecto al día que Carlota Corredera, máxima defensora de Rocío Carrasco, echó del plató a Antonio Montero por asegurar que su amiga era "mala madre", también se pronunció muy contundente: "Nos teníamos que haber ido todos".

"Cuando hablas de determinados temas… a partir de ahí hay una estigmatización. Y la estigmatización es algo poco democrático. Se lo dije a Montero al día siguiente. No supe reaccionar. Creo que la obligación de todos era haber parado, haber reflexionado, haber dicho que nadie por dar una opinión libre se merece irse de este plató ni de ninguno. Se pueden confrontar las ideas y las opiniones sin necesidad de vejar ni atropellar a nadie", sentenció.

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