Carlos Fitz-James Stuart (61) apura sus vacaciones en la Costa del Sol, donde se instaló tras disfrutar de un crucero por las islas griegas en compañía de unos amigos. En Marbella no para: paseos, comidas, cenas, compromisos... Y es que el duque de Alba está muy bien acompañado de sus hijos y sus nueras, Fernando y Sofía Palazuelo con su primera niña Rosario; y Carlos con Belén Corsini; de sus hermanos Fernando y Eugenia Martínez de Irujo; el marido de esta, Narcís Rebollo; y su hija Tana Rivera. Este jueves, el duque ha encontrado un hueco en su agenda para disfrutar de un rato en solitario y lo ha dedicado a su gran pasión: la navegación.

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El responsable de la Casa de Alba ha acudido al puerto para reencontrarse con el Ajax III, uno de los barcos más sencillos de la zona (aquí atracan algunos de los yates más lujosos del mundo, como el de la Familia Real Saudí) pero que tiene un inmenso valor para él: "Tiene para mí un valor incalculable porque es sentimental". La embarcación lleva en la familia desde la década de los 80 y en ella, Carlos salía a navegar con su madre, Cayetana de Alba, y sus hermanos cuando eran pequeños y pasaban los veranos en Marbella. Era tradicional que los Alba, año tras año, siguieran en el Ajax III la procesión de la Virgen del Carmen que salía del puerto pesquero para llegar hasta Puerto Banús y volver a su atraque.

Para el actual duque, el Ajax III es un recuerdo de familia y una verdadera joya, por lo que lo cuida de manera impecable: "Aquí, en la cubierta, es donde más feliz me siento", dijo hace unos años. Lo cuida y lo mima con esmero, y cuando él está en Madrid o Sevilla atendiendo sus asuntos, los empleados de Puerto Banús no le quitan ojo: el atraque diario aquí cuesta unos 2.000 euros por día (alrededor de 750.000 euros al año).

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