El hijo de José Ortega Cano ha obtenido el tercer grado en la clínica psiquiátrica en la que lleva ingresado cinco años y ya empieza a organizar su nueva vida. José Fernando está muy ilusionado y ha comunicado a su familia sus planes: recuperar su relación con su hermana Rocío Carrasco y entrar en Gran Hermano VIP.
A sus 29 años y después de ser trasladado a un módulo de buena conducta, el hermano de Gloria Camila comenzará a disfrutar de cuatro días de libertad al mes, en los que podrá reencontrarse con sus familiares y amigos y empezar a construir una nueva vida. Él tiene claras sus prioridades: vivir con Michu y darle un hermanito a su hija Rocío, que ya tiene cuatro años. Su padre ya está buscando una vivienda adecuada para ellos, tal y como desvela la revista Diez Minutos, y se la comprará con el dinero que el joven todavía conserva de la generosa herencia que le dejó Rocío Jurado y que ahora gestiona Ortega Cano.
La familia se instalará en Madrid, pues una de las condiciones de los permisos para José Fernando es que permanezca en la comunidad. Además, su padre no quiere que el joven regrese al sur, donde las malas amistades podrían volver a llevarlo por el mal camino.
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Pero instalarse en Madrid y ampliar la familia no es el único plan de José Fernando, que podría obtener la libertad absoluta en Navidad. El joven ha comunicado a su familia que está dispuesto a retomar el contacto con su hermana, Rocío Carrasco, y recuperar el tiempo perdido. Además, también sueña con hacer sus pinitos en la tele, por lo que quiere contratar a un representante y ofrecerse como nuevo habitante de la casa de Gran Hermano VIP.
Claro que estos planes podrían cambiar en otoño, cuando se emita el nuevo documental de Rocío Carrasco, en el que desvelará por qué se rompió su relación con la familia Mohedano y con sus dos hermanos, José Fernando y Gloria Camila.
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