"Sigo perdida por aguas del Mediterráneo. ¿Y vosotros ¿dónde estáis?", pregunta Esther Doña, sumergida a sus 42 espléndidos años en ese periplo apasionado al que da rienda suelta la marquesa viuda de Griñón junto a su nuevo amor, el juez Santiago Pedraz. La que fuera mujer de Carlos Falcó nunca olvidará al aristócrata pero al menos ha recuperado la sonrisa con el magistrado de la Audiencia Nacional, con el que se ha embarcado estos días para vivir intensamente su amor.
Desde que en Informalia desvelamos en rigurosa primicia la gran exclusiva, aquel 31 de julio, avanzando cuál iba a ser la pareja del verano, cuando descubrimos al juez y a Esther en un karaoke en actitud cariñosa, los medios no ha dejado de vigilar a los tortolitos. Nada más difundir la noticia, los paparazzi comenzaron a seguirle y a los pocos días medios como Europa Press y Hola se hacían eco de la noticia, confirmada por la actitud que los protagonistas del romance exhiben sin ocultarse.
Pero ahora su aventura mediterránea es más conocida que la canción del Cola-Cao porque no hace falta que los fotógrafos les sigan: la propia Doña y el juez se encargan de difundir desde las redes sociales la felicidad que viven en este momento dulce de sus vidas, un periodo que, según, dice la malagueña, querría que durara eternamente: "¡Ojalá nunca termine, está permitido soñar!", declara la viuda de Carlos Falcó, hoy novia de Santiago Pedraz.
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Si hace apenas dos días, la modelo difundía en su Instagram un vídeo con imágenes de ambos a bordo del buque que les lleva por el aguas mediterráneas, este sábado ha vuelto a retratarse, este vez sin su novio, de nuevo a bordo de la embarcación y luciendo un bonito bañador.
El propio Carlos Falcó, que falleció en marzo del año pasado, le dijo a su mujer que cuando él faltara debía ser feliz y buscar una persona que la amara y contribuyera a ello. Y así ha sido. Cuando en 2015 se hizo conocida para la opinión pública de la mano del marques de Griñón, no todos hubieran apostado a que apenas dos años después se casaría con el aristócrata.
Pero así fue. El padre de Tamara contrajo matrimonio con la modelo andaluza en el palacio de El Rincón, en Aldea del Fresno, para disgusto de los hijos del aristócrata, incómodos porque pensaron que la diferencia de edad, de 40 años, iba a ser determinante. Con Pedraz solo se lleva 20.
El conocido juez fue amigo de Carlos Falcó, y por tanro invitado habitual en los eventos organizados en El Rincón, donde estuvo alojado en ocasiones. Salmantino de 63 años, Pedraz es titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, ha investigado desde la llamada caja B del Partido Popular hasta a Mario Conde, pasando por el etarra De Juana Chaos, a quien rechazó procesar en 2005, o el clan Pujol.
Hijo del periodista de mismo nombre que fue subdirector de la agencia EFE, además de director del Diario de Costa Rica, pasó por la situación laboral de su padre parte de la infancia en el país centroamericano. A los 26 años accedió a su primera plaza, en Villacarrillo, Jaén, donde también ejerció Baltasar Garzón, amigo de Pedraz.
En 1992, después de pasar por los juzgados de Almería y San Sebastián, fue nombrado jefe del área de formación del Consejo General del Poder Judicial en Madrid. Desde 2008 y hasta el pasado marzo, fue decano de los juzgados de la Audiencia Nacional.
Pedraz estuvo cerca de 20 años casado con la periodista Paula Arenas, madre de su único hijo, de 10 años. Rompieron y en 2015 apareció en el photocall de una fiesta de Vanity Fair con la abogada Sylvia Córdoba, con quien rompió hace unos meses.
Esther Doña prepara la publicación de sus memorias (La vida de un gran hombre a través de mis ojos, Planeta), libro que saldrá a la venta el próximo 27 de octubre.La novia de Pedraz contará en ellas desde el primer encuentro que tuvo con Carlos Falcó hasta el día de su boda. Lo de ahora es su nueva vida.
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