El icónico Mohammed Ali, fallecido hace cinco años, tiene su sucesor más directo en el seno de su familia. Su nieto, Nico Ali, se sube a los cuadriláteros con el difícil reto de que se le valore por sí mismo sin colgarle el sambenito de nieto de Cassius Clay. No presume de ello, aunque es consciente de la losa que supone proceder de una familia con un ídolo considerado el boxeador más grande de todos los tiempos.
El recordado Muhammad murió tras una enfermedad neurológica pero supo que Nico quería seguir sus pasos en el mundo del boxeo y le apoyaba totalmente. En su último año de vida, la enfermedad del olvido le alejó de la realidad, pero, según cuenta Nico, le preguntaba que "si estaba contento" con su decisión de ser boxeador, y le dijo que apretara su mano si su respuesta era un sí, y la apretaba muy fuerte. "Mi abuelo me empujó hacia adelante".

El joven púgil de 21 años dedicará a su abuelo su primer combate como profesional, que tendrá lugar este sábado en Tulsa, Oklahoma. Allí, en primera fila, estarán los miembros más cercanos de su familia, y seguro que Muhammad, esté donde esté, se sentirá muy orgulloso de que su nieto sea su sucesor en potencia en el ring.