Paloma Cuevas ha reaparecido en este verano especial, el de la quinta ola y el del anuncio de "estoy tremendo, estoy crocanti". Ha lidiado con el cupón de lotería que le ha tocado en la vida, el de separarse de Enrique Ponce, y se encamina hacia sus espléndidos 49 años, que cumplirá el próximo 11-S, apoyada en sus hijas, su familia, sus amigos y un montón de proyectos que veremos antes de que acabe este año. La ex mujer del torero valenciano cree a pesar de todo que en esta vida le ha tocado la lotería por la familia que tiene, y está "feliz" con el premio, como nos ha contado en exclusiva. Vivió el domingo su gran noche en Starlite.
Marbella se rindió a la cordobesa en la que fue su primera aparición pública tras su sonado divorcio del matador valenciano, enamorado desde hace más de un año de la estudiante de Derecho Ana Soria, por la que rompió con su vida anterior y se ha mudado a vivir a Almería.

El diestro incluso ha dejado los toros, aunque esa decisión puede tener más que ver con la situación de la fiesta en la pandemia que con la influencia de la rubia andaluza que le robó el corazón. Paloma Cuevas y Enrique Ponce firmaron el divorcio por fin, después de un año de dimes y diretes, hace apenas un mes. Hubo acuerdo, tal y como había avanzado Informalia, y el reparto final se resume en la enorme generosidad de ella, gracias a la cual se ha evitado un juicio que las partes no querían.

Esa misma generosidad que caracteriza a Paloma Cuevas, aunque ahora entendida como solidaridad para con los desfavorecidos, llevó a los organizadores de Starlite a elegirla como homenajeada este domingo, junto a otros Vips tan notables como Antonio Banderas, que le entregó el premio a la hija de Victoriano Valencia y Paloma Díaz.
Por cierto, que el legendario torero (en Instagram, junto a su mujer, de jóvenes) estuvo a sus 88 años al lado de su su mujer y sus nietas aplaudiendo y apoyando a su hija.

Como anécdota podemos contar que fue el mismísimo Bertín Osborne quien más pendiente estuvo de Victoriano, quien más le ayudó desplazarse al privilegiado lugar que le correspondió para disfrutar con la gran noche de su hija, un momento de felicidad muy deseado, especialmente después de los últimos meses, con la marcha de su yerno, que ha sido tanto para Valencia como para la madre de Paloma un auténtico hijo. Abajo, Valencia y su hija el día del 87 cumpleaños del gran torero, en una preciosa imagen tomada el 20 de mayo de 2020.

La expectación originada ante lo que significaba la primera aparición pública de Paloma Cuevas tras el mediático proceso de separación que ha culminado con la firma y ratificación del citado acuerdo de divorcio, se tornó en revuelo de la prensa cuando descubrimos que la socialité no posaba en el photocall dispuesto para fotografiar a los vips y demás invitados famosos. La presencia de Cuevas atrajo sin duda más prensa que la de otras celebrities o que las actuaciones programadas de José Mercé, Carolina Cerezuela y Jaime Anglada, Juan Peña o Beret. Porque la de la novia de Cristiano fue sorpresa.
En un principio, se pensó que la ex de Ponce había dado la espantada y había despreciado a los fotógrafos, pero luego supimos, gracias a las explicaciones de su entorno, que Paloma había llegado al auditorio de la cantera de Nagüeles muy pronto, acompañando a su padre, que camina con dificultad. Ella quiso estar con Victioriano y ayudarle personalmente, en todo momento, lo cual la obligó a subir por lugares con facilidades de paso, y a evitar multitudes.
También es cierto, para qué lo vamos a negar, que después de estos meses Paloma Cuevas se sentía algo incómoda a la hora de reaparecer ante la avalancha de reporteros que pretendíamos no solo fotografiarla sino preguntarle siquiera cómo está en una noche tan especial. Podía haber renunciado a entregar el premio a su amiga Rosa Clará y a haber recibido el suyo, pero era la tercera vez que su querida Sandra García Sanjuán la citaba en Marbella. Pero Paloma Cuevas es humana. ¿No es comprensible que después de un año como el que ha pasado, sintiera cierta aversión a enfrentarse a las preguntas y los flashes?

Además, Paloma no quería perjudicar la vertiente solidaria de un acto que recauda fondos para las fundaciones Lágrimas y Favores, de Antonio Banderas y a Niños en alegría, de Sandra García-Sanjuan, la creadora de Starlite. Hasta políticas de todos los palos, como la concejala del PP madrileño Andrea Levy o la ministra de Industria socialista, Reyes Maroto (en la imagen, con el empresario Ignacio Maluquer, marido de Sandra Sanjuán), que están de vacaciones en Marbella, acudieron para apoyar la iniciativa solidaria. Por cierto que la ministra compartió mesa con Paloma Cuevas en la cena. Antonio Banderas en persona nos contó que en las once ediciones anteriores se sobrepasaron recaudaciones de más de tres millones de euros. Este año las expectativas son buenas. El precio del cubierto llegaba a los mil euros por persona. Y se subastaron viajes para ir a ver al rey Juan Carlos a Abu Dabi (es broma lo del rey, pero es verdad lo del viaje al país arábigo), obras de arte, relojes muy caros y hasta un capote de Sebastián Castella que alcanzó la cifra de 30.000 euros en la puja.

Entrevista
Pero Paloma Cuevas es una mujer inteligente y, tras el impulso inicial que la llevó a eludir a la prensa, por las razones que fuera, ha tenido la valentía de dar la cara. Se hizo fotografías que que fueron distribuidas por varias agencias y quiso hablar para Informalia.

"Georgina es espectacular"
Para empezar, nos descubrió cómo se lleva con la novia de Cristiano Ronaldo, con la que compartió estrellato en la velada. "Georgina es una mujer espectacular y admirable en su labor solidaria y generosa", nos contó Paloma, que posó divertida con Georgina Rodríguez durante el evento, una imagen exclusiva que solo Informalia obtuvo gracias a nuestra cercanía con las protagonistas.
La socialité, empresaria y diseñadora forma parte de la fundación Starlite y siempre ha estado involucrada con la ONG Niños en Alegría. Paloma ha viajado a México, donde la organización ha puesto en marcha escuelas gracias a las aportaciones recaudadas en las galas marbellís. Paloma Cuevas incluso ha recibido en la finca La Cetrina a niños becados en estos admirables proyectos, obras reales, eficaces, que mejoran las vidas de jóvenes, que nada tienen que ver con gestos aparentes ni con simples operaciones de imagen.

Paloma, ¿qué significa para ti la palabra solidaridad?, le preguntamos. "No concibo la vida sin ella. Somos afortunados por todo lo que tenemos, y la única forma de agradecerlo es siendo generosos con quienes más nos necesitan", contesta Cuevas con la convicción de quien milita a conciencia en la filantropía auténtica, la que llega a las personas.
¿Qué destino concreto tienen tus acciones solidarias?
"Siento debilidad por la ayuda a los más vulnerables, los niños. Ellos son unos verdaderos campeones porque son capaces de aprovechar todas las oportunidades que se les brindan, a través de las fundaciones, para buscar un futuro mejor", explica.
Pero Paloma, que ha sido y es administradora de sus propios negocios, y conoce muy bien el trabajo de una empresaria, tras estudiar en EEUU, no tiene ninguna intención de limitar sus tareas a cuidar de sus hijas y de sus padres, que son sus prioridades, por supuesto. Tampoco le basta con exhibir su elegante imagen y convertirse en lo que llamamos una influencer o Vip, enganchada al famoseo pagado con cachés y exclusivas. La cordobesa trabaja a fondo en su gran proyecto de moda junto a Rosa Clará, su amiga y ahora socia. Abajo, Cuevas en la playa, en una imagen de archivo.

¿Te ha gustado darle el premio a Rosa Clará?
"Para mi ha sido un auténtico honor darle el premio a Rosa Clará. Rosa es una mujer que atesora una calidad humana inconmensurable. Si Dios quiere, en diciembre podrés ver mi colección", nos confirma. Por icerto que, para abrir boca, el domingo Paloma eligió para su gran noche un diseño de Rosa Clará en gasa blanca y pedrería que tal vez nos sirva de pista para saber por dónde irán tiros en los modelos que veremos a final de año, no antes, porque la colección es 2022.
Pero lo que se pregunta toda España desde que se conoció la separación de Paloma Cuevas y Enrique Ponce es cómo se encuentra ella, más allá de lo que todo el mundo puede imaginar. La admirable actitud de ella durante este doloroso proceso ha sido impecable. Su elegancia exterior es pequeña si la comparamos con la interior, a tenor de la infinita discreción y el cariño con que siempre ha tratado al padre de sus hijas y su compañero de vida durante un cuarto de siglo. Nada que ver con las exhibiciones de la joven Ana Soria, cuyas apariciones públicas junto a Ponce, en playas, barcos y redes sociales han llegado incluso a empalagar a los medios. La pregunta a Paloma Cuevas es obligada.
Paloma, ¿cómo estás ahora?
"Estoy en un momento de mi vida lleno de proyectos que me hacen muy feliz", contesta con una sonrisa que demuestra que nos dice la verdad. Está feliz, con la lotería que le ha tocado: sus hijas, su familia y toda una vida por delante. Cuando nos mira tenemos claro que está tremenda, está crocanti.
