Norma Duval recibió la noche de este viernes el premio Mallorquines de Verano 2021 en una fiesta celebrada en la terraza del Valparaíso, uno de los hoteles emblemáticos de Palma cuando Mallorca se iniciaba como capital española del turismo.
Esa terraza precisamente corresponde a la suite de mil metros cuadrados donde se alojaba habitualmente Julio Iglesias cuando actuaba en la isla. También fue la suite elegida por Farah Diba, última Emperatriz y Shahbanou de Irán, y tercera esposa de Mohammad Reza Pahleví, Sah de Persia. También fue ocupada la espectacular suite por el rey Hassan II de Marruecos cuando visitaba la ciudad para acudir al palacio de Marivent a entrevistarse con el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón.
A sus 65 años, la actriz barcelonesa Norma Duval se presentó al evento radiante, rodeada de sus hijos y nueras, de sus dos sobrinas, Paula y Andrea, las gemelas hijas de su hermana, la inolvidable Carla, fallecida en 2010, además de su novio Matthias Kühn, gestor de la isla de Tagomago. La vedette hacía su primera salida social después de la muerte de su madre, Purificación Aguilera, y se mostró encantada de este premio muy merecido, ya que distingue a quienes son fieles un año tras otro a Mallorca para pasar sus vacaciones, aunque Norma recordó que ella es "mallorquina de verano, otoño, primavera y verano", y tiene razón.
En el norte de la isla tiene una casa que linda con la playa y donde iba desde muy joven, porque su madre trabajaba con un médico mallorquín y, ya casada, iba cada verano con toda la familia. Más tarde, el destino hizo que Norma se enamorara del empresario alemán Matthias Kühn, afincado en Mallorca desde muy joven, donde montó una importante empresa inmobiliaria de lujo y que es su novio y prometido desde hace 12 años. Desde entonces la catalana vive parte del año en Palma, hace ferias de outlet, y navega con Matthias y toda la familia en el yate del empresario.

Planes de Boda
Lo suyo es a estas alturas un romance sólido y tranquilo en el que ha habido planes de boda, que ahora con la muerte de la madre de Norma, podrían reactivarse, según nos dio a entender. No sería el único cambio en la vida de esta artista incombustible y vital. "Estoy un poco cansada de hacer tantas cosas, igual me voy con Matthias a Suiza, que vive allí hace tiempo y se ha retirado de sus negocios", nos contaba Norma. También confesaba que su magnífica casa madrileña de La Moraleja se le cae encima desde la muerte de su madre, resulta carísima de mantener, sus hijos ya no están, tiene cada uno su casa y se propone venderla para invertir en pisos de alquiler. "Tengo un apartamento estupendo en el centro de Madrid, será una maravilla salir a tomar un café y pasear cerca de casa", nos apuntaba.
Y añadió que últimamente pasa más tiempo en su casa de un pueblo de Segovia, la que fue de sus abuelos y ella restauró por completo sin perder su esencia de caserón castellano rural de más de 200 años. "Tiene jardín patio y contamos con un pantano cercano al que vamos a bañarnos y a disfrutar", confesaba a Informalia. Son los muchos y nuevos planes de Norma, mallorquina de verano, de vocación y de corazón .
