Tres meses en Honduras sin comer ni dormir pasan factura no solo a la salud sino también a la imagen. Por eso Olga Moreno, flamante ganadora de la última edición de Supervivientes, ya se ha dado su primer capricho tras recibir el cheque de los 200.000 euros y ha acudido a una conocida clínica estética para hacerse unos retoques.
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La mujer de Antonio David Flores se ha sometido a un tratamiento de bótox y ácido hialurónico, un procedimiento rápido que tiene como objetivo un rejuvenecimiento general del aspecto de la cara y la restitución de volúmenes. Y es que Olga Moreno quiere estar guapa para afrontar la exposición mediática que le supondrá responder a las declaraciones de Rocío Carrasco en su docuserie.
Su primera intervención tuvo lugar el pasado martes. Aún desubicada, la malagueña no despejó demasiadas dudas acerca de algunos episodios relatados por Carrasco pero sí afirmó que la hija de La Más Grande había mentido en su relato. Según Olga, Ro y Da jamás regresaron a casa de su madre con piojos, jamás han hablado mal de Carrasco en presencia de los niños ni es verdad que ella le retirara la cara a la madre de David Flores durante su último encuentro en los juzgados.
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