Este miércoles su hija Anita cumplía 21 años y Kiko Matamoros, actualmente muy distanciado de ella, se derrumbaba totalmente en directo en el plató de Sálvame. Las lágrimas afloraron en sus ojos y se vino abajo ante la sorpresa de todos sus compañeros.

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Anabel Pantoja, Belén Esteban y Lydia Lozano le consolaron con grandes muestras de cariño. La cara de Kiko era un verdadero poema; nunca Kiko se había dejado llevar de esta forma por los sentimientos.

Una persona presente en el estudio cuenta así a Informalia cómo de vio desde dentro el momento: "Hemos visto la cara más humana y desconocida de Kiko, detrás de su imagen de hombre fuerte y seguro de sí mismo, se esconde una persona muy sensible y tierna".

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Desde que Matamoros y Makoke se separaron, Ana, la hija de ambos, se posicionó claramente del lado de su madre. Y aunque han tenido etapas de acercamiento, hoy ni se ven ni se hablan. Kiko admite que quiere mucho a su hija pero que, en estos momentos, las circunstancias les separan y es muy difícil un reencuentro.

La misma fuente anterior expresa su asombro "por la fragilidad demostrada esta tarde. Nadie se esperaba una reacción como ésta".

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