Carlos Sobera está felizmente casado con Patricia Santamarina, abogada que adora al presentador vasco, de 60 años, una de las estrellas de Mediaset. El actor contrajo matrimonio por primera vez en 1994 con la farmacéutica Elena Casado. El matrimonio duró 8 años.
Eran principios del siglo XXI y el presentador tuvo otro romance sonado que acabó en breve. Finalmente, en 2004 conocía a Patricia Santamarina. Coincidieron trabajando, ya que ella era productora de Valerio Lazarov, proyecto en el que estaba inmerso también Sobera.
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Ahora hemos descubierto una relación del presentador de Baracaldo con la ex mujer de Bertín Osborne. Y no hay ninguna infidelidad en ello porque se trata de una relación entre arrendador y arrendataria. Es decir, Fabiola le ha alquilado su casa de divorciada a Carlos Sobera.
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Nueva vivienda en La Castellana
Mientras su hijo mayor Kike, pasa el verano en la finca sevillana de Bertín Osborne, Fabiola Martínez da los últimos toques a su nueva vivienda de Madrid, adonde se ha trasladado hace unas semanas después de dejar el chalé de las afueras de Madrid, donde vivía toda la familia hasta la separación del matrimonio.
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Se ha instalado la venezolana en un magnífico piso valorado en más de 2,5 millones de euros, en pleno Paseo de la Castellana, cerca del estadio Santiago Bernabéu, que, según una agencia inmobiliaria, tiene casi 500 metros cuadrados, espacios diáfanos y cuartos de baño que facilitan la movilidad de Kike, un ascensor donde entra perfectamente la silla de ruedas del joven y una terraza para tomar el aire.
7.000 euros al mes que paga Bertín
Informalia ha podido saber que Fabiola y sus dos hijos viven en su nuevo domicilio en régimen de alquiler, una renta alta que alcanza los 7.000 euros mensuales, sin duda a cargo de Bertín, que ha sido muy generoso con su ex mujer, todavía sin una actividad concreta que le permita contar con demasiadas ganancias propias, aunque con proyectos y muchos planes previstos.
Parece que el piso y otros dos más de las mismas características de amplitud y lujo en la misma manzana son propiedad de Carlos Sobera, el presentador de moda de Mediaset, convertido en todo un magnate inmobiliario. Excelente negocio para el empresario vasco estas inversiones en pisos de lujo en La Castellana, aunque no siempre ha tenido el mismo éxito en otros proyectos.
En 2016 compró junto a su esposa por 7 millones de euros el teatro Reina Victoria de Madrid, en el que había depositado grandes ilusiones. Pero el plan no funcionó y dos años más tarde el actor, productor y presentador llegó a un acuerdo con el dueño de Pescaderías Coruñesas, que se quedó con el teatro por 5 millones de euros y compró además toda la manzana de la Carrera de San Jerónimo.
Así que, al final, no fue tan mal la aventura de Sobera, que ha seguido vinculado a esa sala como actor. Sin embargo, mucha gente del mundo del teatro le criticó duramente por no haber sabido gestionar el Reina Victoria y no haber resistido un poco más hasta salir del bache. "El teatro no es solo un negocio, es una vocación y un veneno", le reprocharon.
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