Tarde muy taurina la que ayer vivió Fuengirola, aunque no exenta de sustos, con la cogida de Manuel Díaz 'El Cordobés'. Tarde muy taurina la que ayer vivió Fuengirola, aunque no exenta de sustos, con la cogida de Manuel Díaz 'El Cordobés'. Un percance del que el diestro supo salir envalentonado y con el coraje que siempre le ha carecterizado sobre el albero.
Manuel Díaz 'El Cordobés' compartía cartel con Lea y El Fandi para lidiar una corrida de Rocío de la Cámara. Además el madrileño contaba con dos espectadoras de excepción en el tendido. Virginia Troconis y Triana, no quisieron perderse las faenas de su marido y de su padre, respectivamente, a pesar de los nervios que conlleva tener a un ser querido frente a un toro.
'El Cordobés' hizo el paseíllo como él solo sabe, con mucha gracia, salero y una gran sonrisa dibujada en sus labios. Nada hacía presagiar que la tarde iba a torcerse en el segundo de su lote, el quinto de la tarde. Lo que parecía un toro manso de la ganadera gaditana, hizo que Manuel Díaz terminara la tarde rodando por el rueto, despeinado y con la taleguilla rajada.
Una aparatosa voltereta le dio el morlaco a Manuel quien, para respiro de su mujer y su hija, supo reponerse, como también solo él sabe, y, envalentonado, remató una faena que le abrió la puerta grande del coso fuengiroleño.