Carlos Fitz James-Stuart inicia el pasado miércoles sus vacaciones de verano. Un descanso que llega tras un año de celebraciones familiares, todavía en plena pandemia, como la boda en el palacio de Liria de su hijo menor Carlos Fitz James-Stuart y Solís con Belén Corsini, el bautizo de su nieta Rosario, hija de Fernando y Sofía Palazuelo, en Sevilla o el seguimiento de las obras en los pisos que ha regalado a sus hijos en un edifico cercano al palacio, propiedad de los Alba.
El duque de Alba vuela a Atenas para reunirse con unos amigos con los que emprende un crucero por las islas griegas. En sus recientes apariciones en público, la última en el funeral por el marqués de Griñón en Madrid, al primogénito de Cayetana se le veía con andar lento y cansado. "Estoy gordo", les dijo con su particular sentido del humor a los periodistas a las puertas de San Francisco El Grande. Pero lo cierto es que al duque de Alba se le han echado encima de repente sus 72 años, en este periodo complicado para todos.
Lea también: Esther Doña y Jeannine Girod, primera y cuarta esposa de Carlos Falcó, cara a cara en su funeral
Personas cercanas a los Alba, aseguran que Carlos Stuart, como se le conoce entre la nobleza, delega cada vez más en su hijo menor Carlos, conde Osorno, dedicado desde hace años a colaborar con su padre en los asuntos de la Casa, como paso previo a confiarle la gestión total en un plazo no muy lejano.
El periplo veraniego del aristócrata seguirá después con una ruta más española y rutinaria. Primero, en Sotogrande, donde tiene una vivienda y donde está atracado el barco donde navega cada año con sus hijos y nueras, para pasar después a Marbella, como invitado de su hermano Fernando en Las Cañas, la casa construida al borde del mar por la duquesa en plena Milla de Oro marbellí, y donde se inició su romance con Jesús Aguirre, con quien estuvo casada la duquesa entre 1978 y 2001, cuando falleció.
En Las Cañas se reunirá también el actual duque con su hermana Eugenia y su hija Tana Rivera, y Narcís Rebollo, el marido de la duquesa de Montoro. El verano del duque acabará en la costa de Levante con amigos, antes de volver a la vida cotidiana en Madrid, ya con el otoño no tan lejano.
