Los ataques verbales de su hijo Kiko Rivera no consiguen que Isabel Pantoja abra la boca y se defienda. Lo suyo es contestar por vía judicial, pero Carlos Sobera acaba de anunciar que la tonadillera se someterá a una larga entrevista en su programa, Volverte a ver, que regresará muy pronto a antena con una nueva temporada.
Los "Riveristas" se preparan para la que se avecina, porque Isabel, se rumorea, esté dispuesta a hablar de todo y de todos. Será la primera vez que lo haga desde que comenzaron los desafueros con Kiko.
Pero el dj no le tiene miedo a su madre y cuenta con los suficientes argumentos, y documentos, para hacer frente a cualquier tipo de ataque frontal de su progenitora. Es más, está deseando que Isabel hable para responderla con contundencia. La guerra materno filial ya es sin cuartel, se traspasan los límites de la cordura, y la Pantoja, que hasta el momento es una "enemiga silenciosa", decide abrir una caja de los truenos que dinamitaría aún más las diferencias con su ex niño del alma.
Aun así, desde su entorno nos llega la sensación de que la viuda de Paquirri lo está pasando muy mal en estos últimos meses de desavenencias familiares. Preocupada por la salud de su madre, por sus problemas con Hacienda, por la falta de ingresos y, evidentemente, por el enfrentamiento con su hijo. Tampoco es que mantenga una relación normal con su hija Isa, no ve a sus nietos, ha perdido a la mayoría de sus antiguos amigos, se encierra en su habitación de la finca "Cantora" para que nadie la vea llorar sus penas.
Ya veremos si le sale la mala leche de antaño en la esperadísima entrevista que Sobera le hará en Telecinco.