La ex de Antonio David Flores ha vuelto al trabajo este miércoles. Vestida de amarillo y con su característica melena a un lado, se ha enfrentado a algunas de las declaraciones que su hija, Rocío Flores, ha realizado en las últimas semanas. Además, se ha enfrentado también a los que dicen que ella, con su docuserie, ha destrozado la imagen de la joven y su reputación: "Yo no tengo la responsabilidad de lo que hablan de Rocío, si dicen que es una pandillera, una violenta... yo no he propiciado eso, no tengo la culpa".
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Rocío Carrasco, que ha entrado en un acalorado debate con Kiko Matamoros, ha asegurado que no le gusta ver sufrir a su hija: "Me causa muchísimo dolor que la juzguen así. He estado mucho tiempo intentando protegerla". Y ha añadido al borde de las lágrimas: "¿Cómo no me va a doler, si la paliza me la dio a mí? ¿En qué cabeza cabe que a mí no me duela? Pero si yo no hubiese contado ese episodio, no hubiese podido explicar toda la historia y todo lo que yo he sufrido este tiempo", ha dicho tajante en Sálvame.
Además, ha respondido a las opiniones de Ana Rosa Quintana, una de las principales defensoras públicas de Rocío Flores: "Creo que aquí la persona que ha infringido el daño irreparable al que se refiere no he sido yo, yo he sido la que lo he recibido. Pero ni la que lo ha proporcionado, ni la que lo ha propiciado". Y también le ha lanzado un dardo a Alessandro Lequio: "Me he reafirmado en lo que pensaba desde el principio y en que los que yo pensaba que iban a ser esas personas lo han sido. Tienen la misma obcecación y el mismo pensamiento machista que tenían siempre".