Raffaella Carrà era una de esas artistas consideradas como eternas y este lunes ha fallecido a los 78 años tras no superar una enfermedad. La italiana era capaz de mantener a través del tiempo su inmenso poder de atracción gracias a su conocida espontaneidad. La italiana era a la vez una diva y una persona natural. Raffaella era estelar.
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Durante sus años en España, en diferentes etapas, dejó momentos televisivos históricos. Gracias a su ¡Hola Raffaella! enamoró con su buen humor, su versatilidad como presentadora y cantante y su vitalidad a toda España.

Además, es la única que ha entrevistado a la madre Teresa de Calcuta. El DJ francés Bob Sinclair modernizó hace cinco años su tema Far l'amore (En el amor todo es empezar) y recuperó el éxito de antaño. Su música en la película La Grande Belleza (2013) no la olvida nadie que haya visto el extraordinario largometraje de Paolo Sorrentino.
Más que una gran voz, sus coreografías, sus movimientos de pelo (melena para arriba y para abajo) y los contoneos de autómata la convirtieron en la reina de la televisión durante buena parte de los 90.

En 2017 fue galardonada con el premio World Pride en una ceremonia celebrada en la embajada de Italia en Madrid, prueba del cariño que le guardaba y le guarda el público LGTB por su incansable lucha por los derechos del colectivo. Siempre fue un símbolo de modernidad, hasta el punto de que Raffaella Roberta Pelloni Maria, como así era su verdadero nombre, fue descrita hace unos meses por el medio The Guardian como la "estrella del pop italiano que enseñó a Europa la alegría del sexo".
En el terreno personal, la polifacética estrella ha estado casada hasta en dos ocasiones. La primera con Gianni Boncompagni, que compuso muchos de sus temas. La relación entre los dos era excelente. De hecho, fueron vecinos hasta el 16 de abril del año pasado, cuando el músico falleció dejando una gran tristeza en ella.

Al segundo y último hombre que le dio el 'sí, quiero' fue a Sergio Iapino. Él fue su coreógrafo y, al igual que con su primer marido, mantuvo tras el fracaso amoroso una gran amistad. Tanto es así que él ha sido el encargado de anunciar su perdida a la agencia italiana Ansa.
"Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre", ha comunicado. Iapino ha explicado que la artista sufría una enfermedad "desde hace algún tiempo, que atacaba a cuerpo suyo tan diminuto pero tan lleno de energía desbordante".
