Solo quería acordarse de lo bueno, y se guardaba lo malo en un baúl de los recuerdos que nunca quiso abrir a los demás. Tico Medina sabía todo de todos, tal era de concienzudo su trabajo de investigación periodística. De haber publicado todos sus 'secretos' el panorama nacional habría vivido una polémica extraordinaria.
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Pero el gran periodista granadino, fallecido este lunes a los 86 años, prefirió utilizar su excelsa pluma en escritos que nunca llegaban al límite. Dicen que en su casa se conservan ciertos cuadernos en los que apuntaba escrupulosamente todas sus vivencias, las buenas y las malas, y que de salir a la luz generarían un notable escándalo. Tico, conociéndole como le conocí, no era hombre de rencores, y menos de conflictos.

Se ha ido en silencio, rodeado de los suyos y apartado de ese mundo periodístico en el que obtuvo tantos y tan grandes éxitos. Era un gran profesional y un hombre bueno, dueño de la palabra y exquisito utilizador de la misma. Se le echará de menos. Maestro de maestros, consejero de periodistas principiantes, ha dejado tras de sí una herencia personal y profesional imposible de igualar.
Tico se entregaba más a los que le rodeaban que a sí mismo, hasta en eso era generoso. Amigo de sus amigos y ejemplo para sus compañeros de profesión. Cuando hace dos meses se despidió como colaborador de los programas de Carlos Herrera y Juan y Medio, todos sintieron su ausencia.