Han pasado 27 años, pero Luis Enrique aún no ha olvidado aquel codazo de Mauro Tassotti en la eliminación de España ante Italia en el Mundial de 1994. Las imágenes del asturiano llorando de rabia y sangrando, con el tabique roto, tras la agresión que no fue sancionada como penalti, son historia de España. Ahora, el entrenador de la selección tendrá la revancha en las semifinales de la Eurocopa que disputará el combinado nacional este martes ante el equipo transalpino.
Luis Enrique lidera a España y lo único que tiene en mente es cobrarse la venganza tras lo ocurrido aquel 9 de julio de 1994 en los cuartos de final del Mundial celebrado en Estados Unidos. El seleccionador, eso sí, "ha pasado página hace ya mucho tiempo", según comentan fuentes cercanas a la Real Federación Española de Fútbol.

De hecho, Luis Enrique le ha visto en alguna ocasión y se ha saludado con él. Es consciente de que Tassotti también se arrepiente de lo sucedido: "Yo me equivoqué y me arrepentí. Nunca lo he negado. Nunca me he escondido de mi responsabilidad. Lo siento, me disculpo otra vez. Comprendo también que él al principio no quisiera aceptar mis disculpas", reconoció el jugador italiano hace algunos meses.
Tras esa acción, Tassotti no volvió a vestir la camiseta de Italia. "Para mí fue un desastre. Hubiera tenido la oportunidad de jugar una semifinal y una final de un Mundial con 34 años. Pero me equivoqué y el destino me lo hizo pagar. En la carrera de un jugador hay momentos buenos y menos buenos y se tienen que aceptar todos. Sobre todo cuando la culpa es tuya. Fui yo. Siempre he mantenido que fue un gesto instintivo que le alcanzó la nariz, pero no era mi intención rompérsela. No había nada premeditado. No tenía nada en contra suya. En el fútbol te das golpes y en este caso el problema fue que le rompí la nariz. De no habérsela roto no hubiese sucedido nada", alegó el italiano.

27 años después de lo sucedido, Luis Enrique se prepara para su gran reto: meter a España en la final de la Eurocopa, algo casi impensable cuando dio la lista de los seleccionados, muy criticada por todos los aficionados españoles. El Lucho ha acallado las críticas y ha ganado todos los debates en torno al equipo, llevando a la selección a disputar unas históricas semifinales en Wembley.

No ha sido fácil hacer creer al país en estos jugadores, pero está más que demostrado que Luis Enrique se crece ante las adversidades. También en su vida personal, con una terrible tragedia familiar que trata de sobrellevar junto a su mujer, Elena Cullell, y sus hijos, Pacho y Sira. El recuerdo de la pequeña Xana también estará presente en el mítico estadio inglés. Allí España tratará de seguir haciendo historia y plantarse en la final de la Euro. Pase lo que pase, la misión ya está más que cumplida.
