Carlos Falcó falleció a los 83 años en marzo de 2020, víctima del coronavirus. En aquel momento, las circunstancias obligaron a la familia a despedirlo de manera privada, en un responso de apenas 10 minutos al que solo acudieron sus hijos. La viuda, Esther Doña, entonces aislada y enferma, no pudo darle el último adiós a su marido. Este lunes, el funeral oficial y multitudinario del marqués de Griñón los ha reunido a todos. La que más expectación ha levantado, eso sí, ha sido Tamara Falcó.

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La cita ha tenido lugar en la Basílica de San Francisco El Grande. Una de las primeras en llegar ha sido la viuda, Esther Doña, con la que los hijos del fallecido Carlos Falcó no tienen ninguna relación, tal y como quedó claro en el homenaje que dieron a su padre hace solo un mes: "En ningún momento he tenido conocimiento de este homenaje al que por supuesto hubiera asistido si hubiese sido invitada. Todos los días realizo mi propio homenaje porque para mí seguimos haciendo todo juntos", dijo entonces Doña.

Vestida de riguroso luto, ha llegado sola al templo, mientras que los hijos de Falcó, Manolo, Xandra, Tamara, Duarte y Aldara, lo hacían por separado y acompañados por otros familiares. Todos han dejado sus rencillas a un lado y aunque no ha habido ni un solo gesto de cariño ni acercamiento entre ellos, tampoco ha habido que lamentar situaciones desagradables.

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