La hija de Isabel Preysler y su novio se lo pasaron pipa este fin de semana en la boda de unos amigos. Vestidos de lo más elegantes, Tamara Falcó e Íñigo Onieva acudieron a la iglesia y más tarde al banquete, celebrado en una preciosa finca, y allí mostraron su cara más desenfadada y apasionada.

Salen juntos desde hace más de seis meses pero sus inicios fueron muy discretos, especialmente de cara a los medios de comunicación. Tras superar su primera gran crisis (él fue acusado de haber sido desleal a su chica), Tamara e Íñigo ya no se cortan en redes sociales. En sus últimas imágenes compartidas, la marquesa de Griñón se muestra como nunca antes la habíamos visto: completamente enamorada y dejándose querer entre los abrazos del ingeniero.

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Besos, abrazos, bailes, miradas, sonrisas... "La familia que uno elige", ha escrito Tamara en la publicación. Está claro que su relación con Onieva se asienta y va muy en serio. Se aseguró que la madre de Tamara no estaba demasiado contenta con su 'yerno', al que no veía un buen hombre para su pequeña, aunque la novia de Mario Vargas Llosa lo desmintió con una de sus elegantes sonrisas. Él, desde luego, ya conoce Villa Meona y ha disfrutado de encuentros familiares con Ana Boyer y Fernando Verdasco.

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