La situación económica del príncipe Carlos continúa siendo sobradamente solvente, aunque la crisis del coronavirus también ha hecho mella en su bolsillo. Este miércoles se publicaron sus cuentas reales del 2020 y con respecto a las del año anterior, se aprecian menos ingresos.

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Aunque la fortuna del hijo de Isabel II se sigue situando en torno a los 100 millones de libras según algunos medios, este año ha notado una pérdida de más de cuatro millones de libras.

Las ganancias más sorprendentes de Carlos siempre son las que le reporta ser el beneficiario de los residentes del ducado de Cornualles que mueren sin herederos. En el resto del país, el destinatario de estos bienes es el Tesoro Público. Sin embargo, en dicho ducado, que abarca 23 condados en Inglaterra y Gales, el único beneficiario es el príncipe Carlos. Gracias a esta ley, el hijo de la monarca reportó en el ejercicio 2019/2020 unos 22,2 millones de libras, mientras que este apenas ha superado los 20 millones.

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En cuanto a la Subvención Soberana que recibe cada año, también ha experimentado pérdidas. En 2020, debido a la pandemia, no se generaron tantos ingresos con la venta de entradas a las propiedades de la corona. Esto ha provocado que se embolse menos de medio millón de libras procedentes de este fondo. En 2019 había generado gracias a esto hasta 1,7 millones.

En total, sumando las pérdidas de ambas partidas encontramos que ha ganado aproximadamente 4 millones de libras menos que el año pasado.

En cuanto a sus gastos, este año se ahorró parte de la partida designada al príncipe Harry y Meghan Markle, aunque financió con una "sustancial suma" de dinero los gastos de los duques de Sussex hasta el verano del año pasado.

El heredero al trono dotó con una partida de 4,4 millones de libras (más de 5 millones de euros) los gastos de las familias de sus dos hijos, Guillermo y Harry. Aunque no se detalla cuánto le correspondió a cada uno, lo cierto es que un portavoz del príncipe Carlos desveló que la cifra entregada a los Sussex fue sustancial y estuvo destinada a ayudarles a establecerse en su mansión de Santa Bárbara, al contrario de lo que aseguró el propio Harry.

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