Este pasado 21 de mayo, Isabel Pantoja grabó el último programa de Top Star y emprendió su regreso a Cantora con un amargo sabor de boca.
Después de meses encerrada en su finca, situada entre las localidades gaditanas de Medina Sidonia y Vejer de la Frontera, sin trabajo y padeciendo en silencio los ataques públicos de su hijo Kiko Rivera, Pantoja, que cumple 65 años en agosto, reaparecía públicamente en televisión, con la esperanza de recuperar éxito y protagonismo.
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Pero Top Star, donde formaba parte del jurado junto a Risto Mejide y Danna Paola, ha sido un fracaso. Un fracaso de audiencia y una decepción para los espectadores y para la cadena de Mediaset. Todos esperaban que de alguna manera la tonadillera respondiera o reaccionara a la guerra planteada por su hijo y los ataques de muchos de los que creyeron la versión de Kiko Rivera, al declararse víctima de los manejos económicos de su madre, a la que llamó ladrona públicamente.
Pero Pantoja exigió que no se tocara el tema ni se hiciera ninguna alusión al enfrentamiento familiar. El talent no despertó demasiado interés en el público y aunque fue trasladado de día de emisión, sus datos de audiencia no mejoraron.
Pantoja ha regresado a Cantora dejando sin grabar cinco de los 13 programas firmados con Mediaset. Parece que la cadena estudia dejar para mucho más adelante las grabaciones, y no se sabe si las reanudará o bien abandonará el proyecto. En ese caso, deberá resarcir económicamente a los colaboradores contratados, incluida Isabel Pantoja.
Jennifer López
No van bien las cosas para la viuda de Paquirri. En agosto reaparecerá de nuevo en el escenario para una actuación firmada hace ya muchos meses. Tiene otra en noviembre y poco más. Los empresarios que podrían contratarla no se ponen de acuerdo con ella porque se niegan a tratar con su hermano Agustín Pantoja, cuyas exigencias son inasumibles. Como mánager de Isabel, considera que su hermana tiene la misma categoría que una Jennifer López. Pero a los que tienen que firmar los cheques no les salen las cuentas.
La actuación de la artista norteamericana en Fuengirola en 2019, con el espectáculo It's my party. The live celebration, es un poco el modelo que presenta Agustín a la hora de negociar el caché de Isabel y las condiciones de una actuación de su hermana, términos inaceptables para los empresarios a la hora de llegar a un acuerdo.
Deudas con Hacienda
Por otra parte, sobre Isabel pesan como una losa las deudas que tiene con Hacienda y que también le reclaman algunas de las personas que la ayudaron a reunir la fianza necesaria para salir en libertad condicional cuando fue detenida por los delitos económicos cometidos con Julián Muñoz. A pesar de todo lo publicado sobre la venta inminente de Cantora, por parte de Kiko Rivera, la realidad es que por ahora nadie se interesa seriamente por una finca que arrastra tantos problemas económicos y familiares.