Andrés Iniesta y su mujer, Anna Ortiz, han vuelto a hablar sobre el peor momento de su vida, cuando perdieron a su bebé en 2014, en el octavo mes de embarazo. Tres años antes tuvieron a su hija Valeria, en 2015 a su segundo hijo, al que le pusieron el nombre de Paolo Andrea, en 2017 a Siena y en 2019 al pequeño Romeo.
Los dos han charlado esta semana en un directo de Instagram del equipo japonés del futbolista, el Vissel Kobe, con motivo de la publicación del primer libro de Ortiz, Mi luz.
"Pienso que Mi luz es la esencia de este relato, de mi relato. 'Mi luz' es lo que me ha dado fuerza para escribir cada una de estas líneas, por que para mí, 'Mi luz' es mi todo, mis hijos, mi estrellita del cielo (el hijo que perdieron), eres tú, mi familia, mis padres, mi hermana, mis amigos más íntimos, mis orígenes… ", le confesó a su marido.
Así las cosas, espera que sus relatos ayuden a otras muchas personas: "He escrito todo de manera natural y eso para mí ha sido muy importante, que el que lo lea me reconozca en cada una de las palabras y las líneas. He intentado transmitir esa tranquilidad que tanto me gusta. Explico vivencias muy personales y ojalá que las personas que lo lean se sientan identificadas con ello. Hablo de pérdidas o de viajar tan lejos como hicimos nosotros aquí a Japón. Ojalá que a personas que se sienten identificadas con lo que yo he vivido les puedan ayudar mis palabras. En definitiva he explicado mi vida, desde mis orígenes hasta el día de hoy", añadió.
Por otro lado, reconoció que debido al hermetismo que ambos mantienen le ha costado mucho hablar de ciertos temas, aunque ha sacado fuerzas para hacerlo: "Andrés y yo intentamos siempre mantener nuestra intimad, no hacer muy pública nuestra vida privada, pero en este relato me abro bastante. Cuento cosas muy personales con las que incluso no he hablado con mi gente más íntima. Por ejemplo la pérdida de nuestro bebé. Fue una experiencia súper traumática y hasta día de hoy no me he sentido con fuerzas de hablar de ello, quizá porque el hablarlo me producía más mal que bien y después de un trabajo personal que he realizado finalmente me he visto con fuerzas para hacerlo público. Sentía que era el momento de sacarlo".
Al final, escribir el libro ha sido una gran experiencia para ella: "El proceso ha sido como una evolución de miedo. Justo recibí esta propuesta cuando empezaba la pandemia de la COVID-19 y empezaron a cerrar los colegios aquí en Japón, así que fue muy complicado sobre todo los primeros meses buscar un huequecito para empezar a escribir y enfrentarme a esa pantalla el blanco. Y como os decía, al principio me costó un poquito más pero luego necesitaba ese ratito para mí de encerrarme en el despacho y sacar todo lo que me venía a la mente. Cuando lo terminé echaba de menos el escribir, lo he disfrutado muchísimo".
Por otro lado, sobre los valores que tratan de inculcar a sus hijos, aseguró que el deporte está muy presente: "Es algo que ambos compartimos y nuestros hijos se han criado en el mundo del deporte, es algo que forma parte de su día a día. Al final pienso que los valores que recibimos en el deporte nos puede aportar mucho. Queremos inculcarles la pasión por el deporte pero desde un punto de vista educativo, que lo aprendan y lo entiendan como una filosofía de vida. Que piensen en todo lo bueno que te puede aportar no solo a nivel físico sino también mental".
Andrés también se mostró muy cariñoso con ella durante la charla: "No saquéis conclusiones de mi labor como entrevistador", bromeó, para después mostrarse orgulloso por su esposa: "Por fin, después de unos meses, ya tienes tu libro contigo". Al final, también expresó: "Yo he vivido todo el proceso a tu lado y espero que todo el mundo lo lea, le guste y que saquen sus propias valoraciones. Estoy convencido de que hay mucha gente que se va a sentir identificado y espero que les guste lo que leen", sentenció.
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