Los duques de Sussex renunciaron a sus funciones como miembros de la Casa Real británica y huyeron de Inglaterra para encontrar la tranquilidad en Estados Unidos pero parece misión imposible para ellos. Ahora que el príncipe Harry y Meghan Markle están a punto de recibir a su segundo hijo, una niña, en el feliz hogar que han creado en Montecito, California, podrían tener que hacer las maletas y mudarse. ¿La razón? Una excavación ha encontrado restos humanos en la carretera que bordea su lujosa mansión.

Estaban construyendo unos nuevos jardines cuando las máquinas se toparon con los restos óseos. Las autoridades todavían siguen investigando pero todo apunta a que no son recientes sino que podrían tener más de 10.000 años. El departamento del sheriff de Santa Bárbara ha confirmado la información al periódico británico Daily Mail. Un antropólogo forense contratado para ayudar a los investigadores afirma que están ante un indígena de la tribu Chumash, que habitó aquel territorio hace 11.000 años.

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Los restos han sido hallados a menos de dos metros de la superficie y todo indica que podría haber muchos más. De ser así, no solo se paralizaría indefinidamente la construcción de los jardines para garantizar la privacidad de Harry y Meghan, sino que incluso podrían tener que abandonar su casa si los responsables priorizan la importancia arqueológica del yacimiento y ordenan levantar la casa en la que viven de alquiler los duques de Sussex.

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