Son como la noche y el día, la una busca el anonimato, y a la otra le gusta gustar en las redes sociales, pero desde que Julia Janeiro Campanario se trasladó a vivir a Madrid, su hermana de padre, Andrea Janeiro Esteban, se ha convertido en su mejor consejera. Ella es la que le está recomendando que deje de subir a Instagram fotografías que puedan parecerle a alguien muy atrevidas. También le ha dicho que no se exhiba demasiado en Internet.
Desde la finca familiar de Ambiciones nos llega el rumor de que a los padres de Julia no les gusta que su hija cuelgue ese tipo de imágenes en las que presume figura perfecta, tal vez alardeando de su físico.
También molesta, y mucho, que a la adolescente le hayan bautizado los seguidores del Aranjuez, el equipo de fútbol en el que juega su novio Brayan, con el apodo de Jesulina, igual que denominaban en tiempos pasados a su tía Carmen.
El campo del conjunto madrileño es un clamor de voces cuando aparece Julia en las gradas. Y el grito se torna molesto, tanto para ella como para sus padres. Porque lo ven como una muestra de cachondeo.
Brayan ya ha hablado con los dirigentes de su club para que tomen medidas y adviertan a sus aficionados que sean más respetuosos con su novia.