La desmesurada defensa que Carlota Corredera lleva haciendo de Rocío Carrasco alcanza ya límites insospechados. Va dejando víctimas por el camino y se transforma en 'la más grande', una Rocío Jurado de nuevo cuño que por su hija "mata". Si no, no sería posible entender el encarnizado enfrentamiento con todo aquel que osa dudar del relato pormenorizado de la antaño Rociíto en su docudrama Rocío. contar la verdad para seguir viva.

La última víctima de la presentadora de Sálvame ha sido el tertuliano Antonio Montero, al que Carlota desafió con un "no te consiento que dudes que Rocío Carrasco es una buena madre. Me voy del plató si te quedas en él". Pero fue Antonio el que decidió abandonarlo. El periodista, que ya mantuvo un serio enfrentamiento con Jorge Javier Vázquez la semana pasada, continúa con su mala racha con las jefaturas de su programa.

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De Corredera se dice que es enemiga peligrosa, que ni perdona ni olvida. Mal lo tiene Montero si tan negativa racha continúa. En menudo berenjenal se ha metido. Y todo por limitarse a dar su opinión ante dos personajes que no se 'bajan del carro', de esos que o estás con ellos o contra ellos, no conocen el término medio.

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