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La princesa Latifa, hija secuestrada del emir de Dubái, está viva: las tres fotos que prueban el fin de su cautiverio

La princesa Sheikha Latifa de Dubai (35), hija del jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, primer ministro de los Emiratos Árabes Unidos, está viva. Tras la presión de la ONU pidiendo al emir de Dubái pruebas de que su hija no había muerto, la joven ha aparecido en tres imágenes recientes publicadas en las redes sociales.

La princesa Latifa, que estaba retenida contra su voluntad desde hace años, posa en tres imágenes junto a otras personas de su círculo cercano haciendo vida normal por Dubái. En una de las instantáneas, se aprecia al fondo un cartel de una película que se estrenó el 13 de mayo, lo que probaría que se tomó recientemente. Las fotos han sido subidas a Instagram por sus acompañantes, con permiso de las autoridades árabes.

Parece que la presión ejercida por la ONU ha dado resultado y la joven ya es libre, al menos en parte, como ha contado un amigo suyo a medios británicos: "La princesa Latifa está fuera de lo que ella llamó la prisión de la villa. Ya no está bajo vigilancia armada y se le ha permitido ver a amigos. Puede estar con ellos y llevar una vida algo normal. Tenemos muchas esperanzas de que las cosas vayan en la dirección correcta y ella pueda decidir lo que quiere hacer. El hecho de que ya no esté retenida contra su voluntad es un gran paso adelante", ha explicado.

El cautiverio de la princesa viene de lejos. Ya trató de escapar de su familia en 2018, cuando intentó huir de los Emiratos Árabes Unidos, en un plan de fuga en el que colaboró el empresario francés Hervé Jaubert y su amiga Tiina Jauhiainen. Sin embargo, el barco en el que viajaban fue asaltado por comandos especiales y la princesa fue llevada de nuevo a su país.

Ya este pasado mes de febrero, Latifa publicó una serie de vídeos grabados en secreto desde la fortaleza en la que se encontraba retenida. Estos vídeos provocaron que el departamento de la ONU sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias iniciara una investigación sobre su caso. En los clips, relataba la pesadilla que está viviendo.

"Estoy grabando este vídeo desde un baño, porque es la única habitación con una puerta que puedo bloquear. (...) Soy una rehén y esta villa se ha convertido en una cárcel. Todas las ventanas están cerradas con rejas, no puedo abrir ninguna", decía.

"Todos los días estoy preocupada por mi seguridad y por mi vida. No sé si voy a sobrevivir a esta situación", alegaba la princesa, que aseguraba que cinco policías vigilan la mansión desde el exterior, mientras que otros dos se mantenían el interior.

La hija del emir de Dubái grabó mensajes de este tipo "durante varios meses" en secreto, pero las comunicaciones "se han detenido", alertó la BBC hace unas semanas. Ahora por fin se ven las primeras fotos de la princesa y, por fortuna, se confirma que está viva.

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