La actriz mexicana de 52 años ha desvelado que se infectó del coronavirus a principios de la pandemia, cuando la información sobre la Covid-19 aún era muy confusa y los tratamientos para combatirla, experimentales. "Mi médico me suplicó que fuera al hospital porque estaba muy mal", ha contado Salma Hayek.
La protagonista de Bandidas fue atendida en su casa de Londres, donde se mantuvo siete semanas aislada en una habitación y con ayuda de oxígeno para poder respirar: "Le dije al médico que prefería morir en mi casa", ha desvelado. Hayek pasó momentos muy angustiosos y a pesar de que ya superó el Covid-19, todavía arrastra secuelas de la enfermedad: "La fatiga no ha disminuido, sigo muy fatigada".
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Su mayor apoyo durante esos meses fueron su marido, François-Henri Pinault, director ejecutivo del conglomerado de firmas de lujo Kering, y su hija Valentina, de 13 años.
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