Preocupación por el estado de salud del líder de Forza Italia. A sus 84 años, y solo dos semanas después de haber recibido el alta, Silvio Berlusconi ha vuelto a ingresar de madrugada en el hospital San Raffaele de Milán con pronóstico reservado. El político, que se superó el coronavirus en 2020, arrastra graves secuelas y no levanta cabeza.
Berlusconi, que sale con Marta Fascina (30) desde hace un año, ha llegado a la clínica acompañado por su guardaespaldas y su médico personal, quienes le ayudaban a caminar. Según su entorno, el ex ministro acudió la clínica porque no se encontraba bien y lo ingresaron rápidamente en una de las suites del hospital, la misma en la que estuvo siendo tratado durante unos días en marzo y también en abril. Le dieron de alta el pasado 1 de mayo. Desde entonces ha seguido diversos tratamientos médicos para superar las secuelas del coronavirus desde su villa en Arcore, donde había instalado una habitación equipada con todos los instrumentos necesarios.
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El magnate, con marcapasos desde 2006, arrastra una salud delicada desde hace tiempo. En septiembre fue ingresado por una neumonía bilateral por coronavirus, aunque regresó a casa dos días después. En enero ingresó en el hospital de Mónaco por problemas cardíacos. Los distintos ingresos hospitalarios de Berlusconi han obligado a aplazar las audiencias del proceso que juzga si presionó a testigos para que no le inculparan sobre lo que ocurría en sus fiestas y cenas organizadas con mujeres.
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