Bill y Melinda Gates anunciaron su divorcio el pasado 3 de mayo y desde entonces colea la duda de cómo se repartirá su fabuloso patrimonio. Por mucho que se han empeñado en contar el carácter amistoso de su ruptura, tanto el fundador de Microsoft como su esposa cuentan cada uno con su propia legión de abogados que pelearán hasta el último dólar y velarán por intereses de sus adinerados clientes. Hace unas horas, además, ha salido a la luz el sorprendente motivo que desencadenó el final del matrimonio.

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Hay que recordar que cuando se casaron en 1994 no firmaron un acuerdo prenupcial y que Melinda fue quien presentó la demanda de divorcio tras 27 años casados, aunque a Bill no le pilló por sorpresa. El mismo día del anuncio le transfirió 1.800 millones en acciones, como ya recogimos. Además, un día después de anunciar su separación, le transfirió 25 millones de acciones de Coca Cola y 155 millones del Grupo Televisa.

No obstante, todavía queda bastante por repartir. El patrimonio del magnate y su mujer asciende a 145.000 millones de dólares, la cuarta fortuna más poderosa del mundo. Los dos tienen hasta abril de 2022 para llegar a un acuerdo en el reparto; de lo contrario irán a juicio y será el juez del condado de King, en el estado de Washington, el encargado de dividir el patrimonio. Esta fecha es la que ha marcado Melinda en su demanda de divorcio.

En cuanto al patrimonio que está en juego nos encontramos el 1,3% de las acciones de Microsoft con las que sigue contando Bill Gates tras su dimisión en 2008. Respecto a las propiedades, la más valiosa es Xanadu 2.0, la mansión en la que convivían en Washington, que tiene un valor de 120 millones de dólares.

También están en juego la portentosa colección de arte privada del magnate, jets privados, coches históricos, varios ranchos de caballos y las inversiones inmobiliarias de la sociedad Cascade Investments, entre otros. Por otro lado, anunciaron que seguirían trabajando juntos en la Fundación Bill y Melinda Gates, que cuenta con un presupuesto de 51.000 millones de dólares. 

El equipo legal

Bill Gates se cubre las espaldas con tres letrados del bufete Munger Tolles & Olson. En uno de ellos, Charles T. Munger, tiene depositada especial confianza. Este abogado es socio de su buen amigo Warren Buffett, presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway.

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Por parte de Melinda, cuenta con un equipo de cuatro abogados de las firmas Cohen Clair Lane Griefer Thorpe & Rottenstreich y Paul, Wiss, Rifkind, Wharton & Warrison. Este lunes, además, trascendió que Melinda ya buscaba en 2019 abogados para separarse de su marido, tal y como adelantaba The Wall Street Journal.

El motivo de su ruptura

El principal motivo que desencadenó la caída en desgracia del matrimonio fue la relación profesional que mantenía Bill con el pedófilo y explotador sexual de menores Jeffrey Epstein, que fue encontrado muerto en su celda en 2019. En 2013 Melinda ya habría advertido a su marido de que no se sentía cómoda estrechando lazos con Epstein.

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No obstante, Bill y los empleados de su fundación siguieron en contacto con el empresario para llevar a cabo diferentes causas benéficas, con reuniones en la mansión neoyorquina de Epstein que se prolongaban hasta bien entrada la madrugada. Tal y como ha reiterado Bill en alguna ocasión, el fundador de Microsoft "lamenta todos y cada uno de sus encuentros [con Epstein] y reconoce que llevarlos a cabo fue un error de juicio".

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