Jordi González ha realizado confesiones sorprendentes en los últimos días. Después de augurar la edad a la que morirá y la forma, el presentador confesó que hace un año atravesó una complicada situación anímica y económica.
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Tanto es así que cuando estalló la pandemia del Covid-19 hace algo más de un año tocó fondo: "En alguna etapa de mi vida yo había estado desanimado, pero nunca deprimido... y cuando llevábamos dos semanas de confinamiento, empecé a deprimirme", confesó en el programa Planta Baixa de TV3.
A su malestar anímico se sumó la complicada situación de su bolsillo: "Perdí también la mitad de todos mis ahorros en una semana porque las bolsas se hundieron (...) Tengo dinero ahí como mucha gente y lo que yo había guardado durante tanto tiempo se redujo", lamentó.
Entonces, tomó la drástica decisión de desconectar lo máximo posible para evadirse de las malas noticias que atormentaban al mundo: "Mi terapia fue consumir menos información y leer noticias solo a partir de las seis de la tarde".
Cambiando de tercio, el presentador aseguró que está algo cansado de la televisión después de alrededor de dos décadas en nuestras pantallas. Actualmente está al frente de Conexión Honduras, uno de los espacios semanales de Supervivientes: "Yo me quiero retirar desde hace diez años. Lo he dicho muchas veces y es cierto. Me siguen dando trabajo y no me quejo, pero también me gustaría no tener que trabajar", sentenció.
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