Carlos Sobera (Baracaldo, Vizcaya, 11 de agosto de 1960) ha sido arrastrado a uno de los mayores fracasos profesionales de su prolífica carrera: El Precio Justo, recuperado por Telecinco para competir contra Antena 3 y Pasapalabra, ha sido humillado por la audiencia y la cadena de Paolo Vasile ya se rinde ante el desastre: Sobera y el legendario concurso que presentó el gran Joaquín Prat en los años 90 será trasladado a Cuatro y en horario de mediodía, según se ha publicado.
Pero el vizcaíno cobrará su contrato con la cadena y el disgusto del actor, presentador de televisión, empresario teatral y exprofesor universitario se verá reducido con el éxito de otra de sus apuestas personas que nada tiene que ver con su faceta televisiva.
El pelotazo inmobiliario de Carlos Sobera le llega después de invertir parte de su ganancias en dos pisazos en el madrileño Paseo de la Castellana. Una vez descartada su vocación de empresario teatral, ahora opta por el ladrillo, junto a Patricia Santamarina, de 49 años, la abogada con la que comparte su vida y junto a la que estuvo cuando hace dos años luchó contra un derrame cerebral del que afortunadamente pudo recuperarse .
Sobera se ha hecho con dos inmuebles que suman 600 metros cuadrados a la altura de Cuzco por valor de casi cuatro millones de euros. Se sube así el actor vasco al carro de la remodelación del Estadio Santiago Bernabéu y la ampliación de la Castellana con el proyecto Chamartín.
Cuenta el reportero Gustavo González en La Razón que además Sobera y su chica cuentan disfrutan de un chalet situado también en la zona norte de la Madrid, con una parcela de 3.000 metros cuadrados. El que fuera conductor de formatos como Quién quiere ser millonario se hizo a través de su empresa Arequipa Producciones en marzo de 2016 con el teatro Reina Victoria por 7 millones de euros. En 2019 lo vendieron a los propietarios de Pescaderías Coruñesas, los dueños de El Filandón, que acaban de adquirir el edificio de la Puerta del Sol que acoge desde hace caso dos siglos el histórico restaurante Lhardy y Zalacaín, este último por 9 millones de euros.
Entre éstas y otras empresas, Sobera y su pareja cuentan con activos que superan con mucho los diez millones de euros. Sin duda, el galletón por el fracaso de El Precio Justo no afectará a su acomodada posición económica.