El príncipe Harry ya ha regresado a Estados Unidos para reencontrarse con Meghan Markle, madre de su hijo Archie y del bebé que llegará en los próximos meses. El hijo de Carlos de Inglaterra abandonó Reino Unido este pasado martes, tres días después del funeral de su abuelo, Felipe de Edimburgo, y un día antes del cumpleaños de su abuela, la reina Isabel II, que es este mismo miércoles.

El portal Daily Mail informa que Harry aterrizó el martes a última hora de la noche en el aeropuerto de Los Ángeles en un vuelo de American Airlines de 11 horas desde el aeropuerto de Heathrow, en Londres.

Los paparazzi fotografiaron a un Cadillac Escalade negro, con chófer y ventanas polarizadas, saliendo de una terminal privada reservada para millonarios y famosos. Poco después se vio llegar a dicho coche a la mansión en la que residen Meghan y Harry en Montecito, una zona lujosa de California. Tanto el conductor como el pasajero del vehículo llevaban mascarillas faciales.

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Así las cosas, todo indica que Harry ya está en su hogar y no pasará el cumpleaños con Isabel II, como ella esperaba. El marido de Meghan siempre ha sido su nieto favorito, pese a que le ha dado grandes disgustos en el último año. Entre todos destacan su abandono de la Familia Real junto a la exactriz y la entrevista con Oprah Winfrey en la que tacharon de "racista" a la Casa Real británica.

Sea como fuere, lo cierto es que el viaje de Harry a Inglaterra ha ayudado a reforzar lazos con su familia. Ha mantenido reuniones con su hermano, el príncipe Guillermo, y con su padre. También se ha reencontrado con Isabel II y ha charlado con otros familiares, tratando de enterrar el hacha de guerra tras unos meses muy convulsos.

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