Este miércoles 21 de abril se celebra el 95 cumpleaños de la reina Isabel. Se trata de su aniversario más doloroso, ya que el pasado 9 de abril tuvo que despedir para siempre al amor de su vida, Felipe de Edimburgo. Para apoyar a su abuela, el príncipe Harry habría decidido alargar unos días más su estancia y no volver tan rápido a Estados Unidos.

Hay que recordar que el marido de Meghan Markle regresó a su país tras un año viviendo fuera y después de su demoledora entrevista con Oprah Winfrey.

El duque de Sussex aparcó sus diferencias para estar con su familia durante el funeral de su abuelo. Caminó detrás del féretro junto a su hermano, Guillermo de Inglaterra, aunque los dos estuvieron separados entre medias por su primo Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.

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Tras el funeral, ha trascendido que mantuvo una reunión de dos horas con su padre, el príncipe Carlos, y su hermano. La conversación tuvo lugar en el Castillo de Windsor, donde Isabel II ha pasado la mayoría del tiempo desde que estallara la pandemia del Covid-19 y donde también murió su marido a los 99 años. En el funeral las cámaras también captaron a Harry conversando con su hermano y su cuñada, Kate Middleton. 

"Ambos son plenamente conscientes de su historia compartida y sin duda recordarán el impacto que tuvo su abuelo en su vida mientras crecían. Hay esperanza en una ocasión como esta, donde los hermanos están unidos en el dolor, pueda hacer que lo peor se quede atrás", asegura una fuente cercana a The Mirror, apuntando a un posiblemente acercamiento de los dos tras este doloroso episodio de sus vidas. 

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Tabloides británicos como Daily Mail y The Sun aseguran que el hijo de Diana de Gales reservó un billete de regreso abierto. Por tanto, es probable que se quede unos días más en el Reino Unido para apoyar a su abuela durante su cumpleaños más complicado. En este tiempo se está quedando en Forgmore Cottage, donde vivió tras casarse con Meghan. 

Cuando regrese a Estados Unidos le esperarán con los brazos abiertos Markle, embarazada de su segundo hijo (una niña), y el pequeño Archie. La familia vive en una flamante mansión de Montecito, en California, que adquirieron por 14 millones de dólares.

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