Las largas y duras negociaciones entre la Tita Thyssen y el Gobierno de Pedro Sánchez quedaron resueltas hace poco más de tres meses, con el acuerdo de que la gran colección de arte de la baronesa permanecería al menos 15 años más en España. Ahora, la propia Carmen Cervera toma la palabra para anunciar el regreso de la joya de su colección, el 'Mata Mua', al museo Thyssen de Madrid.
"Por el 'Mata Mua' me ofrecían 250 millones, pero no lo vendo. Me he despedido de él y le he dicho: 'Hay que ver Gauguin, que no te quieres separar de mí', y en mayo ocupará un lugar destacado en el museo", explica Tita a La Razón. El cuadro saldrá del búnker andorrano en el que se encuentra para adornar una de las paredes del museo madrileño.

Será también en mayo cuando firme con el Gobierno el alquiler de su colección por quince años, decisión que convence tanto a ella como a su hijo Borja: "Borja y yo estamos juntos y completamente de acuerdo. Yo soy más lanzada y él, más cauto. Es el único de los cinco hijos que se ha criado con Heini, rodeado de arte, y ha heredado su sentido del humor. Ahora, cuando quiera ver mi colección, lo haré con gente, no pediré que me abran el museo. Lo único que es mío y no exhibo es lo que yo pinto, lo demás es para compartir", declara Cervera.
Lea también - Carmen Cervera pacta con Pedro Sánchez: la colección Thyssen seguirá en España al menos 15 años más
En su charla con el medio, Carmen también recuerda a su marido, Heini Thyssen, quien habría cumplido 100 años este mismo lunes, fecha que continúa celebrando junto a sus hijas, las gemelas Carmen y Sabina: "En la intimidad, con Heini y en mi casa de Andorra. Cocinando su tarta de cumpleaños. De las pocas veces que cocino al año es para hacerle su tarta. Como esta vez son cien, he hecho cuatro, dos de nata con fresas y dos de chocolate, sus favoritas, y en cada una pondré 25 velitas. No sabes el trabajo de encender 100; cuando termino, las primeras se han consumido. Las enciendo ofreciéndole el pastel a él en el cielo. Las niñas me ayudan porque siempre les digo de papá Heini, y le quieren mucho. Yo hablo todos los días con mi madre, mi padre, mi hermano y con Heini. Les doy los buenos días y les envío mensajes bonitos. Tengo fe, y pensar en mis seres queridos me hace vivir. Nuestra fuente es nuestra alma, que baja a la tierra y vuelve a subir".

Tita también habla de su vida en dos vertientes: primero como propietaria de un gran imperio artístico y patrimonial. "A las siete y media me levanto y tomo mi café después de la ducha, camino un poco y preparo mi agenda. Como soy muy disciplinada, me gusta estar encima de todo. A las diez comienzan las llamadas y tengo que ocuparme de las casas, los cuadros, los museos y la jardinería. Quiero a los árboles y ellos me quieren, y Filomena supuso un estropicio en mi casa de Madrid".

Y después, como madre de dos hijas adolescentes: "También están las niñas, que son ya adolescentes, y ahora estoy acostumbrándome, de nuevo, a esa etapa porque las chicas somos más guerreras. No soy una madre pesada, aunque la vida que has vivido cuenta y, a veces, les lanzo una de esas experiencias gordas y, si hacen caso o no, pues ya veremos", sentencia.