Las limitaciones de movilidad a causa de la pandemia no han impedido a muchos famosos dejar las ciudades donde viven y marcharse de vacaciones de Semana Santa, algo que no pudimos hacer el año pasado, encerrados en un confinamiento absoluto. ¿Cómo se las arreglan para justificar el hecho de atravesar el cierre perimetral y hacer frente a los controles policiales apostados en carreteras y autovías?

Hay quien lleva salvoconductos de trabajo (más o menos dudosos), razones médicas, o quien tiene suerte y consigue que no le pillen.

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Por si acaso, y sabiendo que siempre está en el punto de mira de la prensa y de la opinión pública, Felipe de Marichalar hace ya una semana que está en Marbella, entendemos que fue cuando todavía se podía viajar libremente, y se ha reunido con el grupo de amigos que tiene allí desde hace años. Su hermana Victoria Federica, en cambio, se queda en Madrid y alrededores con su novio DJ, Jorge Bárcenas.

Andalucía, concretamente la finca cordobesa de El Carpio, donde la duquesa de Alba tenía uno de sus estudios de pintura, es donde Carlos Fitz-James Stuart suele convocar por estas fechas a algunos de sus amigos. En otras ocasiones estaba invitada Alicia Koplowitz, con la que el actual titular del ducado tuvo una amistad especial, pero en esta ocasión, las generaciones jóvenes toman el relevo y serán los amigos de su hijo mayor Fernando, casado con Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, quienes disfrutarán más de la espléndida finca.

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Por su parte, Eugenia Martínez de Irujo ha cambiado su finca sevillana de La Pizana por el Caribe. Y hace tres días, ha volado junto a su pareja Narcís Rebollo y su hija Tana Rivera, a República Dominicana. País en el que por cierto, aseguran que el ex ministro socialista José Bono tiene una espléndida mansión y negocios en aquel país y organizaría una gran fiesta para celebrar su desembarco en el paraíso caribeño, donde Julio Iglesias se refugia varios meses al año.

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