La indignación por la parodia de la portada que el semanario satírico Charlie Hebdo ha publicado trasciende el Reino Unido. Para muchos, usar la muerte de George Floyd, para reírse del supuesto racismo de Isabel II contra Meghan Markle abre de nuevo el debate sobre los límites de la libertad de expresión. ¿Se puede hacer humor con todo?
En la caricatura que ocupa la portada de la publicación se ve a la abuela del príncipe Harry asfixiando con su rodilla el cuello de la mujer de su nieto, una burla de la terrible acción policial que acabó con la vida de George Floyd y que levantó las protestas y el movimiento antiracista Black Lives Matter. Recordemos que el episodio más polémico de la entrevista concedida la semana pasada por los duques de Sussex a Oprah Winfrey es aquel en el que se señala como racista a un miembro de la Familia Real no identificado por el momento.
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La actriz de Suits y su marido no desvelaron el nombre de la persona con la que el príncipe tuvo la delicada conversación en la que se aludía al tema del color de la piel. Creyeron que podría ser "perjudicial" para el destacado miembro de la familia que se mostraba preocupado porque Archie fuera "demasiado moreno".
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La revista satírica francesa Charlie Hebdo parodia ahora la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía en Estados Unidos, y se compara la escena con la polémica entre la familia real inglesa y la duquesa de Sussex. "¿Por qué Meghan ha dejado Buckingham?", pregunta en el titular el cómic junto a la imagen de la reina Isabel con su rodilla sobre el cuello de Meghan Markle, que responde: "Porque no podía respirar".
George Floyd murió cuando un agente de policía de Minneapolis aplstaba con su rodilla el cuello del manifestante, al tiempo que Floyd apenas acertaba a decir "No puedo respirar". En ese incidente, Floyd murió, lo que desató las protestas.
La portada ha causado indignación en Gran Bretaña y en todo el planeta. La asociación Abogados Negros y Asiáticos por la Justicia, dice que la portada es de "un racismo escandaloso, repugnante y fascista" y cree que la revista "prostituye el trauma de George Floyd con ánimo de lucro".
