El príncipe Harry confirmó este domingo, madrugada en España, durante la entrevista televisada que ha puesto del revés a la monarquía británica, que su familia dejó de apoyarlo financieramente en el primer cuatrimestre de 2020, cuando decidieron ejecutar el Megxit y dejar de trabajar activamente para el aparato de Buckingham.

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"Tengo lo que me dejó mi madre, y sin eso, no hubiéramos podido hacer esto", decía el príncipe Harry ante su amiga y entrevistadora, Oprah Winfrey. El hijo de Diana de Gales mantuvo la figura de Lady Di muy presente: "Creo que se sentiría muy enfadada, pero a la vez muy feliz de cómo ha terminado", explicó. 

Pero fueron las razones pecuniarias las que trajeron a colación la figura de la princesa fallecida trágicamente en París el 31 de agosto de 1997. Harry y Meghan Markle justificaron sus acuerdos con Netflix y Spotify por razones económicas, es decir, por necesidad de hacer caja, aunque admitieron que en un principio "eso no era parte del plan".

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Escuchar este tipo de cosas choca con el estratosférico nivel de vida que mantienen y han mantenido los Sussex: el tamaño y los precios de las mansiones que habitan, el tipo de relaciones sociales que mantienen o el caché que se ha filtrado por ejemplo de la propia entrevista. No obstante, no está claro qué parte de los millones de dólares (unos 7 según The Wall Street Journal) llegará a los protagonistas del programa, cuánto va destinado a producción, al caché de Oprah o cuánto se donará a alguna de las causas solidarias que patrocinan Harry y la actriz de Suits.

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