Está cansada, harta y sin apenas fuerzas. Isabel Pantoja no puede más. El ataque de su hijo ha roto su corazón de 64 años y le ha sumido en una profunda tristeza. A la guerra con Kiko Rivera se suma sus problemas económicos, que la tienen desesperada y resignada a que sea lo que tenga y ser.
Y luego su hija, Isa P, que no siempre rema a favor de obra y se sienta en el plató del Deluxe a hablar cuando sabe que a su madre no le gusta nada. La entrevista de Isa Pantoja, su hija en manos de Paolo Vasile, ha terminado de rematarla.
Dientes, dientes...
Todo esto le ha hecho entrar en una espiral de estrés que apenas la deja comer ni dormir. Según indican a Informalia, ha perdido muchísimo peso, hasta el punto de que su propio hermano está preocupado. Desde el entorno de Agustín Pantoja nos cuentan que la tonadillera ha perdido el apetito, lo que le está acarreando otros problemas de salud. Por ejemplo, su rápida y excesiva pérdida de peso le está suponiendo problemas en la boca porque se le están moviendo algunas piezas dentales. Tanto es así que ha tenido que abandonar su encierro en Cantora para acudir al dentista y ponerse en manos de un especialista para arreglar esos desajustes dentales.
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Quienes han tenido contacto con ella durante estos últimos meses muestran su preocupación por su extrema delgadez. "Ha perdido mucho peso", indica a Informalia una de esas escasas personas que han podido verla. En Cantora apenas hace otra cosa que cuidar de su madre. Doña Ana en los últimos días ha experimentado un bajón muy importante. El tiempo que le queda, Isabel Pantoja habla con sus abogados para intentar solucionar todos los asuntos que tiene pendientes.
Rendida ante Fran y Cayetano
El primero, con los hijos mayores de Paquirri, Fran y Cayetano, con los que parece que quiere llegar a un acuerdo y entregarles algunos de los enseres que les dejó su padre. En un principio Isabel se negó. No quería saber nada de ese asunto pero sus letrados le hicieron recapacitar y llegó a la conclusión de que era lo mejor. Un problema menos en su larga lista de preocupaciones.
La deuda con la quiosquera también pretende solucionarla a través de sus abogados, pero lo que sigue teniendo muy claro es que de Cantora no la mueve nadie. Y que de venderla, ni hablar. Se ponga como se ponga Kiko. Y no solo eso, sino que tiene decidido que ella se opondrá a que él venda su parte cueste lo que cueste.
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Lo de Hacienda es otro cantar. Sus problemas se remontan a muchos años atrás y aunque intenta frenarlos no son precisamente los que no la dejan dormir. Ella dice que irá pagando como pueda y que ahora no está para trabajar.
Ofertas tiene sobre la mesa. Otra cosa es que sean para cantar. Pero Isabel dice a todo que no. Nada de lo que han puesto sobre la mesa le ha parecido suficiente porque ella es Isabel Pantoja y siempre pide el doble. Y lo de sentarse en un plató a hablar de su situación está totalmente descartado. Y así se lo ha hecho saber al propio Paolo Vasile, quien se lo ha ofrecido personalmente. Por lo menos, de momento... Todo hace pensar que dinero no le falta...