Anne Igartiburu (50) y Pablo Heras-Casado (43) se han separado tras seis años de relación y cinco de matrimonio. La propia presentadora de TVE ha confirmado la ruptura, aunque ha asegurado que se siguen llevando "de maravilla", sobre todo por el bien de su único hijo en común, Nicolás, nacido hace cuatro años. La periodista tiene otras dos hijas adoptadas, Noa y Carmen.
Días después de que se publicara su separación van saliendo a la luz los motivos de la ruptura. El más importante recae en la apretada agenda profesional de Heras-Casado, uno de los mejores directores de orquesta del mundo. El músico, con fama de bohemio y dicen que tacaño entre sus colaboradores, pasa largas temporadas fuera de España, lo que le impide estar con su familia tanto como le gustaría.

"La verdad es que a lo largo de estos años han convivido poco como pareja", cuenta una fuente cercana al compositor granadino a El Mundo. "Pablo siempre está fuera y cuando viene a España, más que a Madrid suele ir a Granada, donde tiene una casa preciosa en el barrio del Albaicín", añade.
Lea también - Anne Igartiburu y su marido, Pablo Heras-Casado, se separan tras cinco años de matrimonio
El matrimonio vivía una crisis desde hace tiempo. De hecho, pasaron separados el confinamiento, ella en Madrid y él en Granada, puesto que fue a visitar a sus padres y ya se quedó allí. Anne ha tratado de superar estas crisis e incluso ha pasado largas temporadas en Nueva York, donde Pablo era director principal de la Orchestra of St. Luke's entre 2011 y 2017.

"Anne ha viajado algunas veces a Nueva York, pero no han sido estancias largas porque su trabajo en la tele no se lo permitía. A él le gusta mucho Nueva York, su sueño siempre ha sido integrarse en la sociedad neoyorquina pero no hizo mucho esfuerzo por integrarse en la vida familiar de ella, con sus hijas, no hizo mucho hueco", cuenta la misma persona al medio.
Tras la ruptura, Heras-Casado se ha mudado a un piso próximo al Teatro Real, donde ejerce como director invitado desde 2014. Igartiburu, por su parte, se ha quedado en el que hasta hace poco era el domicilio conyugal, situado en una zona exclusiva del norte de Madrid.