555.237.619 euros. Esta es la cifra astronómica que marcaba el contrato que Leo Messi firmó con el Barça en 2017 para prorrogar su vínculo hasta este próximo verano de 2021, según El Mundo. Dicha cantidad, unida a la inmensa fortuna que ha acumulado en sus más de 15 años de trayectoria profesional, hace que el crack argentino y su familia lleven una vida de lujo a la altura de muy pocos bolsillos.
Messi, su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus tres hijos residen en la exclusiva urbanización Bellamar, en una mansión moderna, con varias piscinas y un jardín con campo de fútbol, por la que el jugador pagó seis millones de euros hace más de una década.

El garaje de la vivienda alberga una impresionante flota de coches, entre los que destacan un SUV de Lexus, valorado en 100.000 euros y un Ferrari F430 Spider, que en su momento le costó poco menos de 200.000 euros. Completan su colección de vehículos un Range Rover familiar de ocho cilindros y 510 CV, un Range Rover Evoque de 240 CV y un Mini descapotable.

Además de Barcelona, el otro lugar favorito de Messi es su Rosario natal. Para sus largos desplazamientos a Argentina, el futbolista echa mano de su jet privado, un Gulftream V, matrícula LV-IRQ, fabricado en el año 2004 y cuyo precio alcanza los 15 millones de euros.
Leo y su familia pasan las vacaciones en Ibiza, donde alquilan un yate y disfrutan del mar junto a sus amigos, Luis Suárez y la mujer de este, Sofía Balbi. Los hijos de ambas parejas se lo pasan bomba a bordo del barco. En ocasiones, los Messi eligen otro destino más exótico y optan por el Caribe o las Antillas.

Mal ojo para los negocios
Pero tener tanto dinero no garantiza correctas inversiones y lo cierto es que Messi no tiene buen ojo para el mundo empresarial. Su última empresa fallida fue El Rincón Solidario SL, sociedad que creó en 2008 para el arrendamiento de bienes inmuebles y de la que era administrador solidario. Esta compañía echó el cierre en 2020, según informó el diario La información. Desde el entorno de Leo aseguraron que el jugador no se encargaba ni de "la inversión" ni de "la gestión del negocio".
La sociedad registraba pérdidas que rondaban los 20.000 en cada ejercicio contable. En 2018, presentaron unos números rojos de 355.386 euros. El patrimonio neto de la sociedad era de medio millón de euros y su capital social, de 753.000.
El gafe empresarial de Messi también parece sufrirlo su esposa, que abrió una tienda de zapatos de lujo en Barcelona, en mayo de 2017, junto a Balbi, mujer de Suárez. Ambas se aliaron con la firma argentina Sarkany. Pese a que contaban con todas las garantías para triunfar e incluso el establecimiento estaba situado en la avenida Diagonal de la Ciudad Condal, la tienda registró siempre pérdidas y terminó cerrando en 2019.

El padre de Leo también aparece está relacionado con los negocios de Messi. De hecho, aparece como exadministrador en Leo Messi Management SL, sociedad de publicidad que está sin actividad y con unos pobres números. Asimismo, también está la Fundación Leo Messi, dedicada a la gestión de alquiler de bienes inmuebles.
Al igual que su padre, Rodrigo, el hermano de Leo es figura importante en las otras empresas del futbolista culé. Se trata de la empresa Limecu 2010 SL, con actividad de holding, 21,5 millones de capital social y sin actividad desde 2014; de la sociedad Explotaciones Rosotel SL, en la que está vinculada toda la familia del crack y se dedica a la gestión de establecimientos hoteleros; de Amb Rosario 2016 SL, sin actividad y sin cuentas públicas; de Digital Messi SL, que está extinguida; y de Los Seis Rosarinos XXI SL, destinada a la gestión de restaurantes y puestos de comidas.

Ante el fracaso de todas estas sociedades, Messi siguió la estela de su enemigo (en el campo), Cristiano Ronaldo, e invirtió en el mundo hotelero. El argentino tiene una cadena de hoteles bajo el nombre MiM. Por el momento, Leo cuenta con cuatro establecimientos repartidos en Sitges, Ibiza, Mallorca y Baqueira Beret, este último fue inaugurado hace menos de un año.