En Castilleja de la Cuesta se mofan de la intención de Agustín Pantoja de demandar a su sobrino por injurias, atentado al honor, insultos y no se sabe cuántas cosas más. Y Kiko Rivera, el vecino más popular de Castilleja, se ríe públicamente de las "amenazas" de su ex tito del alma, hoy convertido en un Rasputín del tres al cuarto, consejero poco recomendable, según las malas lenguas, de su hermana, Isabel Pantoja.
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Desde el entorno de Kiko nos llega un aviso muy claro: "Si Agustín lleva a su sobrino a los tribunales saldrá muy mal parado, porque Kiko tiene documentos que pueden destrozarle. Que se vaya preparando para la que le espera. ¿Le molesta que le llamen mantenido? Que demuestre de qué vive, si no es de su hermana Isabel, que es quien le paga todo. Nadie entiende que la Pantoja se posicione a favor de su hermano por encima de sus dos hijos", nos cuentan.
Lo último de la tonadillera es que tiene ofertas para cantar en tres conciertos en España este año, pero las conversaciones están dificultadas por la nefasta intervención de "el pantojo", como muchos conocen a Agustín. Y eso que, dicen, la oferta trasladada a Isabel es de un caché de 150.000 euros por bolo. Le parecerá poco.
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