Laura Matamoros comparte su día a día con sus más de 926.000 seguidores de Instagram. La hija de Kiko Matamoros acudió al oftalmólogo este miércoles y, al ser preguntada por sus fans sobre el motivo de esta visita médica, la influencer ha tomado la palabra para contar algo que le sucedió hace un año y que terminó convirtiéndose en uno de los momentos más difíciles de su vida.
"Voy a aprovechar que me estáis preguntando cómo me ha ido el oftalmólogo por si os sirve mi caso", comenzaba diciendo Laura, antes de confesar lo que le sucedió a finales de 2019. La joven acudió al oftalmólogo porque "me daban muchas vibraciones no en el párpado, en el ojo, constantes, y en los aviones, cuando subía, tenía mucha presión y tenía unos pinchazos muy profundos".

El doctor le hizo diversas pruebas y le mandaron a hacerse a un TAC de urgencia. "Me hicieron el TAC a las 6 de la tarde y me dieron los resultados de urgencia a las 12 de la noche de ese mismo día. Fue el peor día de mi vida, pensar qué es lo que podía tener o qué me podía pasar (...). Después de descartar que tuviese un tumor en la cabeza había que descartar la esclerosis múltiple", ha recordado la influencer.
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La hermana de Diego Matamoros pasó "un mes angustioso" esperando los resultados de las pruebas. "Estuve mal, triste, me sobrepasó", ha reconocido Laura. Por fortuna, se descartó tanto el tumor como la esclerosis múltiple. Los resultados, en cambio, revelaron que padecía otra enfermedad. "A raíz de todo esto me diagnostican que tengo un glaucoma de tensión baja, y aparte tengo dañado el nervio óptico, lo cual veo muy poquito y de la mitad del ojo para abajo apenas tengo visión", ha dicho Matamoros, que sufre la misma enfermedad que su padre, quien ya habló de su miedo a quedarse ciego en un futuro.