Un día después de salir a la luz la segunda fotografía de don Juan Carlos en Abu Dabi y al mismo tiempo que ha trascendido un nuevo supuesto escándalo sobre él, recordamos con detalle cómo fue su escandalosa salida de Zarzuela, el pasado mes de agosto, para iniciar su 'exilio' en Abu Dabi, donde se refugia por "ciertos acontecimientos pasados".

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El padre de Felipe VI abandonó su hogar el pasado domingo dos de agosto a las siete de la mañana. Tan solo lo acompañaban sus escoltas y las maletas donde llevaba su ropa y quien sabe si algún que otro recuerdo en forma de foto.

El largo recorrido hasta llegar a Abu Dabi tuvo su primera parada en Vigo, donde cenó en la casa de su buen amigo Pedro Campos Calvo Sotelo, el presidente del Real Club Náutico y su gran anfitrión en sus viajes a Galicia.

La noche, según contó entonces Vanity Fair, se desarrolló sin mayores sobresaltos. Cenaron en familia, con unos pocos más amigos de máxima confianza, picotearon algo ligero y se fueron a dormir. El rey no les dijo nada de lo que sucedería al día siguiente, ese lunes histórico en el que anunciaría que se marchaba de España para tratar de proteger a la monarquía y alejar a su hijo, el rey Felipe VI, de sus escándalos económicos y amorosos. Los amigos del emérito se enteraron de su exilio por la prensa.

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A la mañana siguiente, a eso de las 10, el emérito se subió al jet privado de TAG Aviation para poner rumbo a su destino definitivo. Este avión salió desde París y llegó dos horas más tarde de lo previsto a la ciudad gallega para recogerlo, lo que retrasó el viaje. Alrededor de las 13:30 aterrizaron en El Cairo, donde hizo escala y rellenó combustible para finalizar el viaje con éxito. A las 17:15, hora de nuestro país, llegó a Emiratos y tan solo cuarenta y cinco minutos más tarde anunció su marcha (sin desvelar) su destino mediante un histórico comunicado enviado por su abogado.

Juan Carlos I se 'exilió' tras el revuelo que habían generado "ciertos acontecimientos pasados", relacionados con las supuestas comisiones millonarias que no declaró, las supuestas cuentas en Suiza y las donaciones millonarias a su ex amiga íntima Corinna Larsen, entre otros asuntos de gran calibre. El último escándalo ha salido a la luz este lunes. El Confidencial asegura que ayudó a su sobrino, Bruno Gómez-Acebo, a crear un fondo de inversiones de 550 millones de euros para que diferentes empresas españolas entraran en el mercado de las infraestructuras en Emiratos Arabes.

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