A Juan Carlos I no le faltan comodidades en su cárcel de oro, el hotel en Emiratos Árabes que para la mayoría de los mortales sería un pequeño paraíso, en esa suite presidencial que cuesta once mil euros por noche. Pero el padre de Felipe VI está un poco harto del Emirates Palace de Abu Dabi, propiedad del gobierno local, donde duerme desde hace ya más de tres meses.
Allí llegó en agosto, después de completar los 8 mil kilómetros que separan España del emirato, a bordo de un Global 6500 con matrícula 9H-VBIG alquilado a la compañía TAG Aviation, con sede en Malta.
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El marido de la reina Sofía tiene la compañía de sus históricos amigos saudíes, los mismos para quienes hizo gestiones millonarias que le han colocado ante un escándalo de corrupción que le obligó a dejar no solo Zarzuela sino España. Pero sus amigos árabes no sustituyen, a pesar de agasajarle a menudo, a su pandilla de marinos de Sanxenxo.
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La cuestión es que el suegro de doña Letizia está deseando regresar a España y sus amigos españoles le echan de menos. Informalia anticipaba el deseo del emérito de volver a su país, cuando recogíamos la confesión que le hizo a su amigo Carlos Herrera y que el periodista nos transmitía: "El rey se aburre y está de Abu Dabi hasta los huevos".
Se comentó varias veces que el Emérito volvería a las regatas de Sanxenxo, donde estos años había competido con éxito junto a su amigo Pedro Campos. Este otoño sin embargo el abuelo de la princesa Leonor no ha estado presente en las sucesivas ediciones de la competición, aunque su embarcación, el Bribón de 6 metros con el que se proclamaron campeones del mundo, sí ha participado.
Este fin de semana se ha celebrado el Trofeo Xacobeo, una competición que don Juan Carlos sigue atentamente desde su exilio dorado. Dicen quienes hablan con él que el nieto de Alfonso XIII está decepcionado porque su Bribón no empezó con buen pie. Este domingo, el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda entregará los trofeos.
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En la localidad gallega se hablaba estos días de la ausencia del Rey Emérito y de si estará o no en España para la Navidad. El goteo incesante en la prensa de nuevas informaciones sobre cuentas secretas en paraísos fiscales, inversiones millonarias y otras presuntas irregularidades financieras cometidas por el anterior rey complican sin duda su regreso. De ahí que sus amigos regatistas planean organizar un viaje a Abu Dabi para felicitar al rey el próximo 5 de enero, día de su 83 cumpleaños.
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"Sabemos que le haría muy feliz", aseguran a Informalia. No es la primera visita que alegra el extrañamiento del padre de Felipe VI. Su primogénita acaba de pasar cinco días con su padre en Abu Dabi. La infanta Elena viajó en un vuelo regular acompañada de un escolta. También han ido a hacerle compañía personalidades como el ex director del CNI, Félix Sanz Roldán, amigo y protector del rey, en su complicado "affaire" con su ex amante, Corinna Larsen.
